Bulgari conmemora con una exposición en el Museo Thyssen el 75 aniversario de su icónica Serpenti, en la que reúne leyenda, joyas y arte virtual
Cuando los Burton rodaban en Cinecittà, se instalaban en la vieja Roma y, hedonistas hasta el exceso, disfrutaban allí de la grande bellezza. Durante el accidentado rodaje de Cleopatra (1963), Elizabeth Taylor descubrió la joyería Bulgari, y quedó hechizada por una pulsera en forma de serpiente, símbolo de la firma. Fue una atracción fatal. También una resignificación del emblema de la casa creada en 1884 por Sottirio Bulgari, un joyero tan virtuoso como sagaz.
La serpiente, símbolo sabiduría, vitalidad y transgresión, había inspirado a finales de los 40 correas de reloj de una exuberante flexibilidad. Una malla tubular conseguía que el cuerpo del reptil fuera audazmente tridimensional y se abriera a la mutación: las escamas fueron cambiando de tamaño, color, material. Un prodigio de la joyería contemporánea.
Y, así, sus mallas de oro satinado, sus esmaltes y sus piedras preciosas –rubís y zafiros en los ojos del animal– se convergieron en icónicas. Las piezas de sus colecciones, evolucionadas periódicamente y recreadas con la colaboración de virtuosos orfebres romanos, enamoraron a gurús del estilo como Diana Vreeland o Marisa Berenson. Y hoy se muestran en Madrid.
Para conmemorar el 75 aniversario del lanzamiento del icono de la firma, Bulgari presenta una exposición en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid que podrá visitarse hasta el 16 de abril. Se trata de una continuación de los aplaudidos eventos el pasado noviembre en el Duomo de Milán y la galería Saatchi Gallery de Londres, y está presidida por una instalación inmersiva de Refik Anadol, uno de los artistas digitales más influyentes del momento, que embarca a los visitantes entre olas visuales que replican los infinitos movimientos de una serpiente en constante cambio.
La experiencia virtual pretende emular la poderosa capacidad de metamorfosis y hechizo de este simbólico reptil, como señalaba el CEO de Bulgari España, Raphaël Gantchoula-Kanoui, en la inauguración de un muestra que reúne una selección de piezas de joyería de la casa desde los años 40 años hasta hoy, acompañadas por una selección de obras de la pinacoteca, donde no faltan Ghirlandaio ni Singer Sargent. Nunca una serpiente había sido tan deseada.
Artículo publicado en Magazine La Vanguardia el 1 de marzo de 2023
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