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¿Lo vamos a permitir? Actrices contra el maltrato a los animales

El grado de civilización de una sociedad se mide también por su relación con los animales. “¿Podemos manejar sin contemplaciones a los animales que satisfacen nuestras necesidades y placeres? ¿Qué contemplaciones estamos dispuestos a respetar?” se pregunta Basilio Baltasar en el prólogo de “El Derecho de los animales” (Marcial Pons), donde filósofos, juristas y etólogos analizan el desarrollo de una nueva sensibilidad –tanto cultural como ética y legal– hacia ellos. Respeto; esa es la palabra. La brújula ética que marcan los tiempos. Nunca como hoy habíamos sido tan conscientes del lugar que, esclavizados por el ser humano, ocupan en nuestro mundo, así como de las despiadadas agresiones de las que son objeto.

Por ello, las imágenes grabadas por la ONG Cruelty Free International en el laboratorio Vivotecnia de Tres Cantos (Madrid), difundidas el pasado mes de abril, causaron un tremendo impacto. En ellas, varios trabajadores del centro propinaban golpes, insultaban y vejaban a ratones, conejos, perros y monos. Hubo indignación y clamor. Y un grupo de actrices quisieron dar un paso más allá de la conmoción que les produjeron las supuestas malas praxis del laboratorio –aunque aquel no fue de ningún modo un caso aislado– y decidieron actuar. Así, Nathalie Poza, Irene Visedo, Lluvia Rojo, Verónica Echegui, Nuria Gago, Carolina Yuste, Sara Sálamo, Sara Rivero y Elisabeth Larena se unieron para leer la transcripción sonora del vídeo como un acto artístico y reivindicativo.

De izquierda a derecha: Sara Rivero, Elisabeth Larena, Carolina Yuste, Verónica Echegui, Irene Visedo, Nathalie Poza, Lluvia Rojo y Nuria Gago. Fotos: Félix Valiente

Todas coinciden en que las imágenes son realmente duras, inhumanas. “Tanta maldad por parte de los empleados del laboratorio me tocó profundamente”, confiesa Irene Visedo; y Nathalie Poza considera inadmisibles “el abuso y el sufrimiento innecesario ejercido sobre los animales. También, por supuesto, el incumplimiento de leyes y protocolos”, por lo que tiene claro que hay que ir hasta el final. Lluvia Rojo, por su parte, no ha sido capaz de verlo entero. 

Doce días después de la publicación de aquellas imágenes, el Congreso aprobó la Proposición de Ley de modificación del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil sobre el régimen jurídico de los animales con 295 votos a favor y 52 en contra. Fue una casualidad, ya que llevaba varios años en trámite, pero por fin llegó. Entre sus principales logros destaca el que los animales dejarían de ser considerados “bienes” para pasar a “seres sintientes” a efectos jurídicos. Ahora, dicho laboratorio continua abierto.

“No queremos mataderos ni laboratorios ocultos, como campos de concentración. No podemos permitir que ocurra: es inhumano y enfermo” afirma Poza. Y añade que “en España hay muchos intereses económicos para mantener a flote actividades como los toros o la ganadería industrial, por eso es importante que tomemos conciencia”. Como ella, todas sus colegas reclaman políticos más valientes: “en España parece que las políticas animalistas solo las pueden llevar a cabo las izquierdas, así que los partidos y votantes de derechas se aseguran de que su discurso sea anti-animalista para que no les confundan. Y eso es un inmenso escollo que habría que atravesar. Y luego, claro, tenemos el tema de los toros… Tenemos que aprender que los animales no están ahí para servirnos, ya no” razona Lluvia Rojo. Es cierto que parte de la sociedad, en especial los más jóvenes, tiene más que asumidos criterios como el cruelty free en sus decisiones de compra en productos de belleza e higiene personal, pero la actriz y cantante madrileña, popular por su papel de Pili en “Cuéntame cómo pasó”, detecta una incoherencia sangrante: “no se puede comprar una crema cruelty free por la tarde y pedir foie esa misma noche en un restaurante”. Su compañera en la serie de TVE, Irene Visedo, cree que estamos lejos de alcanzar esa responsabilidad interiorizada porque en ocasiones preferimos mirar a otro lado. 

Irene Visedo, Nathalie Poza, Lluvia Rojo y Nuria Gago. Fotos: Félix Valiente.

Y si el elenco de esta iniciativa es totalmente femenino es porque, en este asunto, el género también importa: distintos estudios de la Universidad de Jaén aseguran que casi el 80% de los trabajadores de las ONGs que luchan por los derechos de los animales son mujeres. “Nuestra intención en la convocatoria para formar el grupo de denuncia fue mixta, pero no lo conseguimos, por eso somos todas mujeres” cuenta Visedo, aunque apunta que en el equipo técnico sí que hubo hombres. Y Nathalie Poza aporta una visión teórica: el antiespecismo está directamente ligado al feminismo. “Ya lo decía Angela Davis –señala–, si tomas conciencia sobre la violencia de género no puedes eximir a otras especies”. Lluvia Rojo, en cambio, apunta que “poco a poco el tema del cuidado a los más vulnerables está dejando de ser una tarea de mujeres”.

Ella lleva “sin comer animales desde 1992”; y a Irene Visedo dar el paso al veganismo hace un par de años ha supuesto “un salto cualitativo en mi conciencia”. No escatiman infomación y argumentos: “en España, un 66% de las tierras cultivadas se utilizan para alimentar al ganado, y solo un 3% de la superficie de los océanos está protegido de la sobrepesca”, y que “si la mitad de la población mundial dejásemos de demandar y consumir carne y pescado, podríamos lograr muchas cosas. Como quitar las pandemias de nuestro menú”.

Y si es indudable la concienciación de las generaciones más jóvenes, no lo es menos que el amor por los animales domésticos se ha extendido masivamente por los hogares españoles en los últimos años. No concebimos nuestras vidas sin nuestros compañeros peludos, que se han convertido en parte de la familia. Rojo ha adoptado de la protectora con la que colabora, Alba, “tres perros, dos gatos y ¡dos gallinas!”; el perro de Visedo es el rey de la casa; y los dos gatos de Poza la han enseñado “más de lo que hubiera imaginado”, hasta el punto de que “gracias a esa convivencia se despierta el animal que todos llevamos dentro y del que nos hemos separado”. La actriz de Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Gracia Querejeta, Iciar Bollain y Woody Allen concluye con que hay que volver a un lugar puro e inocente donde se le dé importancia al entorno natural: “se trata de la única casa común que tenemos”.

Artículo publicado en Magazine La Vanguardia del 19 de julio.

Publicado en Culturas (La Vanguardia)

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