La mítica marca de joyería presenta su nueva colección ‘Magnifica’ con un concierto en La Scala de Milán

Una mosca revoletea sobre la vajilla anaranjada y los bouquets de flores fucsia en el hotel Bvlgari de Milán, mientras habla el CEO de la mítica firma de joyería romana, creada por el emigrante griego Sotirios Voulgaris, hijo y nieto de joyeros. Después de ejercer de orfebre en Epiro, su pueblo natal, Corfú y Nápoles, inauguró en 1884 un taller en Roma, en la calle Sistina. Sus nietos, Paolo y Nicola, universalizaron la marca que hoy preside Jean-Christophe Babin. 

El jefe presenta al chef, Nicko Bonito. Babin se quita la mascarilla y hace todo un canto a la sinestesia: de repente saboreamos sus estrellas Michelin, admiramos el brillo de las joyas en jardines perfumados y escuchamos un concierto a cargo de una directora de orquesta con manos que parecen pájaros, Beatrice Venezi. 

Babin insiste en lo bello y lo bien hecho. En la proeza que supone desarrollar una colección de alta joyería como Magnificaen plena pandemia. Tanto él como Mauro Di Roberto, director de joyas de la casa, afirman que se trata de la colección “más preciosa en la historia de Bvlgari”. También la más difícil. La más silenciosa durante el proceso creativo, y la más espectacular una vez se ensamblaron todas las piezas.

Para comunicar esa excepcionalidad, Bvlgari consiguió reabrir el Teatro de La Scala con un concierto privado en el que sonaron algunas de las arias más populares de la música italiana: de La Traviata, Norma, Il trovatore, Nabucco… También se trataba de rendir homenaje a la valentía de la ciudad de Milán “justa vencedora en la batalla contra el peor foco de covid en toda Europa”. Una noche en la que la azienda de alta joyería quiso “ofrecer un contundente y precioso mensaje de esperanza y determinación para el futuro”. 

Una deseada noche de verano con alfombra roja y los palcos de La Scala abrillantados. Y, sobre todo, arrullada por las voces de las sopranos Clarissa Constanzo y Francesca Pia Vitale, el tenor Bryan Avila y el barítono Jorge Martínez. 

No faltaron actrices y modelos, fieles musas de la firma, de Eva Herzigova a Nieves Álvarez. Y a Esther Expósito, que ha triunfado en Italia gracias a la serie Elite, la aguardaban, día y noche, a la puerta de su hotel colas de fans.

«El valor de Magnifica asciende a centenares de millones de euros, ya que acumula miles de horas de exquisita y paciente artesanía»

Mauro Di Roberto

Director de joyas de Bvlgari

De un hotel a otro: cuando Mauro Di Roberto entró en Bvlgari, hace ya casi 20 años, se instaló en el glamuroso hotel Pierre de Nueva York con un equipo de 30 personas. Hoy es el director de joyas de la firma, y asegura que el valor de Magnifica –“un tributo a la belleza y a la maestría italianas”– asciende a centenares de millones de euros, ya que acumula miles de horas de exquisita y paciente artesanía. 

Y eso que la pandemia global ha condicionado los tiempos de la colección: “Normalmente necesitamos 12 meses para presentar una colección, desde el diseño a su exposición, y en esta ocasión lo hemos hecho en 8”.

Me muestra un collar con forma de serpiente, una pieza única de 93 quilates que atesora, en las fauces del ofidio, una esmeralda colombiana. Además, destaca cinco turmalinas Paraíba, las gemas más raras del mundo, que tratan de evocar las aguas cristalinas del mar Mediterráneo rodeando la isla de Cerdeña. 

“Hay muchas gemas –añade Mauro Di Roberto– y por tanto muchas luces, irradian una energía especial… Desde el punto de vista de la manufactura, realizar la colección ha sido una auténtica proeza. No se trata de un nuevo paradigma, sino de haber entendido que, en un mundo que ha cambiado, podemos celebrar una colección de alta joyería que se adapta al contexto”.

Artículo publicado en Magazine La Vanguardia del 5 de julio de 2021.