Es director creativo de Roger Vivier, tenor y tan amante del séptimo arte como lo era su fundador. Su última colección, la de Primavera-Verano 2021, se llama Hôtel Cinémathèque y la protagoniza Isabelle Huppert
Empezó en Prada, haciendo fotocopias. Su paso por Miu Miu y Dior, junto a Galliano, confirmó su reto: modernizar el zapato de alta costura partiendo de la base de que es como un lienzo
Roger Vivier encarna la aristocracia del zapato. Y representa la historia viva del cambio de pisada de las mujeres. También fue el inventor del primer tacón de aguja –aiguille lo bautizó, y el nombre se convirtió en universal–. Por su culpa, en 1954, recibió cartas insultantes a causa de los daños que sufrían las alfombras, agujereadas por los primeros stilletos. Aquel estudiante de escultura en l’École de Beaux-Arts parisina empezó trabajando de extra en el Teatro de Belleville, donde sería animado a probar sus primeros modelos hechos a mano a Mistinguett y Joséphine Baker en el backstage.
Enseguida fue codiciado por las marcas de alta costura, de Dior a Saint Laurent –con quien creó el mítico modelo Mondrian– y enamoró a Elizabeth Taylor, Marlene Dietrich y Sophia Loren, entre muchas otras. Autor de modelos conceptuales como el ‘talon choc’ –el tacón se curva hacia el interior, adquiriendo una forma más cóncava que dulcifica la rigidez del tacón de aguja–, se encargó de vestir los pies de la Reina Isabel II de Inglaterra en su coronación con unos zapatos de piel de cabra con tres mil granates engarzados.
También inventó las botas altas hasta el muslo. Y convirtió su amplia hebilla en un icono, apodado hoy ‘très Vivier’. Su herencia resulta el sueño de todo diseñador de zapatos de alta costura; no en vano una de sus célebres sentencias era: “la vanguardia no existe, sólo hay rezagados”.
Cuando en 2018 Gherardo Felloni fue nombrado director creativo de la firma, adquirida por el Grupo Tod´s, afirmó: “Nací para hacer Vivier”. Y no se trataba de una frase hecha, era todo un sentimiento. Se crió junto a la fábrica de zapatos de su padre y su tío en la Toscana, entre curtidos y bocetos. Aún recuerda como, por las noches, su padre le probaba los modelos recién salidos del taller a su madre.
“Tuve una infancia muy solitaria cerca de Arezzo, era precioso pero no había muchos niños; me sentía en medio de la nada pero aquello ayudó a desarrollar mi fantasía”, me cuenta al hilo del teléfono. Viaja por Italia en coche, son días covideños, la conversación se corta cuando atraviesa zonas montañosas. Se ríe en lugar de desesperarse, tejemos un hilo de palabras interrumpidas que atrapamos de nuevo
Empezó en Prada, haciendo fotocopias. Su paso por Miu Miu y Dior, junto a Galliano, confirmó su reto: modernizar el zapato de alta costura partiendo de considerarlo un lienzo. Confiesa que le fascina el universo femenino. “Me gustan las mujeres libres, con una fuerte personalidad y a las que les gusta vestirse con esmero”, dice. Y recuerda a las burguesas transgresoras que tanto le apasionan, como la que encarnó Catherine Deneuve, calzada por Vivier en Belle de jour.
Su llegada a la Maison, sustituyendo a Bruno Frisoni (tras 16 años de impecable trabajo) anunciaba libertad creativa, extravagancia, glamur y zapatillas deportivas. “Vivier siempre ha sido mi punto de referencia. Junto a Ferragamo, es la pura historia de la zapatería de alta costura. Vivier tenía una voluntad de ligereza, pero también de solidez. Inventó el zapato moderno. Antes la puntera era muy redondeada”.
Su colección para la primavera-verano 2021 se titula Hôtel Vivier Cinémathèque y cuenta con Isabelle Huppert como protagonista. “Vivier respira cine. Y el cine es el instrumento más completo para comunicar emociones. Mi trabajo comienza con las emociones, y tal vez logre transmitirlas a través de mis modelos. La compra de un par de zapatos de lujo debe ser emocional”, resume.
¿Definiría su estilo como ligeramente barroco ?
Es ecléctico, y ciertamente poco minimalista. Intento unir opuestos, y, una vez están juntos, llega a transmitirse una nueva fuerza. Por ejemplo, cuero y plumas, o zapatillas deportivas con hebillas de cristales y joyas. Los reúno y logro dar forma a un estilo.
En 1954, Roger Vivier extendió el tacón a 8 centímetros, creando el primer tacón de aguja. Hoy en día las mujeres compran más zapatillas que tacones altos. ¿Qué opina?
Las mujeres viajan, trabajan y tienen poder, por lo que caminan mucho, y la comodidad se ha convertido en algo fundamental. Esa es una de las razones por las que empecé a diseñar zapatillas. Además, el último viaje largo que hice antes de la pandemia fue a Kyoto, donde visité un taller de calzado artesanal japonés, y aquello me influenció mucho.
¿Qué piensa de quienes consideran los tacones altos como elementos de tortura y sumisión para las mujeres?
Creo que las mujeres son libres de llevar lo que prefieran. Yo tengo muchas amigas que llevan tacones altos y son mujeres muy libres… Hay que mirar la esencia de las mujeres y nunca juzgar su ropa o calzado.
¿Qué límites se establecen cuando se diseña un zapato?
Al principio no hay límites. Luego me pregunto quién los usará. Ese puede ser el único pensamiento: crear un objeto que las mujeres puedan amar.
¿Por qué los arquitectos aman tanto los zapatos?
No sé exactamente porqué, pero ciertamente tiene algo que ver con la pasión por las formas. Un zapato es en cierto sentido una obra de arquitectura, ya que una mujer debe ser sostenida por su tacón.
¿Cuáles son las referencias artísticas que inspiran su trabajo?
El color siempre me atrae en el arte, y Nicolas Party es uno de mis artistas favoritos.
Usted es tenor. ¿Influye la música en su creatividad en la moda? ¿Qué ópera elegiría?
La Traviata es una obra muy contemporánea. La música, el sonido en general, a menudo sugieren imágenes, así que, sí, por supuesto que la música me inspira…
¿Siente nostalgia de las fiestas, de la fiesta?
Normalmente no soy muy de fiestas, pero debo admitir que ahora que están prohibidas empiezo a echarlas de menos.
Brillante artículo como todo lo que hace Joana. Entretenido, didáctico, culto y sin pretensiones. Todo lo que tiene que tener un buen periodista y escritor. Enhorabuena! Siempre una delicia leerte
Muchas gracias Fernando por leerme. ¡Un saludo y feliz semana!