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Lulu Figueroa, la pintora ‘influencer’: “Lo que me hace más singular es la sensibilidad”

La hija de Lucila Domecq, que no quiere mezclar el linaje con la ambición creativa, ha hallado un código propio en la conjunción del arte y la moda y lo demuestra con elegancia para el ‘Magazine Lifestyle’

Camisa estampada con manga drapeada y pantalón masculino de Tintoretto y maquillaje todo de Armani Beauty (Félix Valiente)

Lulu, sin acento, marca la primera diferencia. Es el diminutivo de Lucila, también el nombre de su madre, Lucila Domecq. La artista e influencer ha hallado en la conjunción del arte y la moda un código propio, del mismo modo que es portadora de una elegancia con su toque extravagante y que conjuga sus raíces americanas –Griffith Dexter– y madrileñas –de Figueroa y Pérez de Guzmán el Bueno– con el Jerez anglófilo de los Domecq Williams, ese microclima social suspendido en el tiempo. “Cuando voy a Jerez, no salgo de Santiago, la verdad. Ahí lo tengo todo, familia, naturaleza y buen vino. No necesito más cuando estoy de vacaciones”. Lulu Figueroa se ha quitado el “de”, además de varios apellidos sonoros y con pedigrí, a diferencia de aquellos que intentan alargarlos.

No quiere mezclar el linaje con la ambición artística. Considera que, para una artista, este tipo de contactos no suponen una ventaja, y que el mundo de la aristocracia es historia. ¿De verdad lo cree así, que ser noble no tiene importancia?, le pregunto: “Todo aquello que quite el foco de la obra del artista es perjudicial. Partiendo de esta premisa, creo que la respuesta es evidente. Cosa bien distinta es tener un sustento económico, en el sentido de poder pintar sin preocuparse del dinero, pero esto, contrariamente a lo que la gente pueda pensar, no va necesariamente unido al hecho de ser aristócrata y no ha sido nunca mi caso”.

Las marcas de moda la cortejan para ser su imagen y colaboradora, y ella considera que es “otra vía” para expresarse o evadirse. “Para descubrir, incluso para inspirarme: colores, texturas… estoy en constante evolución y estos descubrimientos a veces los traslado a mi pintura. Moda y arte se complementan”.

Vestido y zapatos de Loewe. Luminos silk foundation en tono 5,1, e iluminador Fluid sheer en tono 2 de Armani Beauty (Félix Valiente)

Dibuja desde niña, una herencia inscrita en su ADN. Su bisabuela fue la pintora impresionista Marie Dexter: “siempre ha vivido rodeada de arte. Mis dos abuelos también pintaban, y las paredes de nuestras casas, tanto en Madrid como en Jerez, han estado repletas de sus cuadros”. También mantiene una estrecha relación con su tío Christian Domecq, cuya obra forma parte de las colecciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS). De su madre recibió el buen gusto, y el estilo. Su vestidor era hechizante.

A Lulu le atraían sus pañuelos y sus guantes. “Es una artista combinando estampados”, dice. Afirma que si hay alguna característica que la haga singular, esta es la sensibilidad; “y trato de volcarlo en mi pintura”. Ha experimentado ‘stendhalazos’ en varios enclaves de Roma, sin llegar al extremo de su abuelo Beltrán, que padecía mareos a causa belleza que lo turbaban gravemente.

Vestido con falda de tul y pequeño azul de punto irlandés de Gucci. En la piel, Iluminador Fluid sheer en tono 2 de Armani Beauty y polvos Neo nude powder tono 7, todo de Armani Beauty (Félix Valiente)

“Estudié Historia del Arte, aunque siempre quise pintar. Lo hago desde que tengo uso de razón, y si vuelvo atrás en el tiempo siempre me veo mentalmente pintando en algún sitio… Mi evolución ha sido lenta, sobre todo a través de la acuarela, que he ido aprendiendo de forma autodidacta: cambiando de temas, mejorando la técnica, probando nuevas cosas si no estoy contenta… Ensayo-error”.

Su fuente de inspiración es la naturaleza: figuraciones florales en la etapa presente. Desde hace unos años se ha centrado en las corolas de las flores, y un aire a Georgia O´Keefe penetra en sus obras.

 “Ella es capaz de transmitir sentimientos y emociones absolutamente crudas y humanas a través de representaciones de flores. Es la mejor en esto. Es lo que siempre he admirado en ella y, en cierta medida lo que intento lograr. No me interesa imitar ni su técnica ni su estilo, pero sí tenemos el objetivo común de expresar lo humano, lo cultural, mediante su opuesto, la naturaleza”, reflexiona.

A su otra abuela, Aline Grifith, que ejercía de modelo cuando fue reclutada por la OSS, la agencia de inteligencia norteamericana previa a la CIA, durante la Segunda Guerra Mundial y llegaría a ser Condesa de Romanones, le gustaban los cuadros de perros de su nieta, decía que eran “diferentes”.

 “Ella es una gran referente de trabajo, algo que me inculcó. Siempre estaba dispuesta a ayudarme en lo que fuera, con la condición de que viera esfuerzo y ganas por mi parte. Una mujer única. Entre sus obras destacaría ‘Historia de Pascualete’ y ‘The Spy Wore Red’”, señala.

Abrigo y jersey malva de Woman Limited y botas de Masscob. Maquillaje Luminos silk foundation en tono 5,1 y polvos Neo nude powder tono 7, todo de Armani Beauty
 (Félix Valiente)

Lulu considera que Aline le enseñó lo que es una mujer hecha a sí misma. “Predicaba con el ejemplo, y mostraba una gran disciplina y ética de trabajo. Recuerdo que, incluso en sus últimos años, no dejaba de dar largos paseos, lloviera o nevara, y escribía prácticamente a diario”.

Elogiada por la prensa internacional como pintora, influencer, musa y esteta, Lulu recibió una beca de la Fundación Museo del Prado, y expuso en la Galería Marlborough de Madrid con treinta años recién cumplidos. Destila sobriedad, con esa media distancia que impone: “Acepto halagos y críticas. Respeto la opinión de todo el mundo”. 

Vestido tipo camisero con falda de tablas de Woman Limited, pañuelo de Jo&MrJoe y botines de tacón de LaTouche.Maquillaje: Iluminador Fluid sheer en tono 2 de Armani Beauty  (Félix Valiente)

No soporta el silencio y escucha a clásicos del Barroco –Beethoven y Vivaldi sobre todo– mientras trabaja, pero también a The Strokes o Pearl Jam. Cree en el civismo como el valor sobre el que se sustenta la convivencia, y también en su obra.

Desde hace dos años, ella y su marido –antropólogo, profesor y en su día jugador de póquer profesional, que un día le enseñó las cartas boca arriba– son padres de Ciro. Lo define como un cambio vital que trastoca la manera de ver las cosas. “Si esto se ha visto reflejado en mi pintura no soy capaz de asegurarlo todavía, aunque intuyo que así es. En cualquier caso, lo que no ha habido es una decisión consciente”.

Camisa y pantalón de Woman Limited, mocasín de Zendra Basic y collar de Gloria Ortiz. Máscara ojos de Eccentrico tono 1 y sombra Eye tint tono 10 de Armani Beauty (Félix Valiente)

Respecto a Instagram, donde mezcla imágenes de sus cuadros y su vida familiar con posados con bolsos de Louis Vuitton y botas de Uterqüe, considera que da la sensación de estar “muy producido”; “pero siento que progresivamente se está virando hacia una nueva naturalidad. Si lo piensas, todo es un proceso bastante dialéctico: va evolucionando y buscando su síntesis tras moverse de un extremo a otro”. Palabra de Lulu, sin tilde por favor.

La Vanguardia Magazine, 15 de Noviembre 2020

Dirección creativa: Joana Bonet
Fotógrafo: Félix Valiente
Estilista : Florence Reveillaud
Peluquería y maquillaje Carmen de Juan
Agradecimiento: Taller artístico de Desi Civera

Publicado en Culturas (La Vanguardia) La Vanguardia

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