Kirchner tenía una nariz interesante, muy cyrana; se sabía reir y le gustaba mandar. Una de sus hazañas: reabrir los juicios contra los crímenes de la dictadura. Cumplía varios papeles a la vez, entre ellos, el de consorte de la Presidenta o presidente en la sombra. Pero, ¿qué ocurre cuando uno de los dos lóbulos del poder, el mismo que gobierna el país, se paraliza? Ese medio gas presidencial. La viuda del ex presidente y a la vez viuda del posible futuro presidente, que ya no será. La suma de todos. Incluída la economía, que horas depués de la trágica noticia ha remontado un 20%. Qué raro encuentro ése entre la muerte y la bolsa, la confianza y el mercado, Thanatos y Eros. El amor entre dos políticos que se levantaba de la cama con el poder en la legaña. La bipolaridad argentina a golpe de infarto.
El poder bicéfalo, o el 2×1
En El Calafate, entre lagos patagónicos, minas de ríos turbios y pingüinos descalzos, ha muerto Kirchner, mientras todos los argentinos, en una especie de toque de queda democrático, debían de permanecer en sus casas para llevar a buen puerto el censo poblacional que se realiza cada década. Con papel, boli y puerta a puerta en los tiempos del clic global. Al lado del teléfono o del televisor, la población, paralizada, recibió la noticia con la incredulidad que siempre produce la muerte, sobre todo a puerta cerrada.
Publicado en Mi Smythson
Kirchner, entre sus logros (para mi) el haber sacado a Argentina de la crisis del corralito; en su contra, el supuesto aumento brutal de patrimonio y la persecución a determinados grupos mediáticos.
Ah, Joana, que no daría por oirte susurrar las erres de Kirchner como las pronuncias en “rictus” o “caracter identitario” , en tus salvadas intervenciones verbales en los medios. Ke no daríamos todos los argentinos por escucharnos diciendo las erres de rictus e identitario, tal como pronunciamos las de Kirchner. Como me gustaría hacer una amalgama con con algunos aspectos godos y otros rioplatenses; cuanto precisa esta realidad que se va llevar en su rueda al otro lado de la moneda al último viejito testigo de las bestialidades falangistas, un poco de la cordura de los K para juzgar y llevar un poco de paz a las almas no solo de las victimas, también de los purgantes victimarios. Y cuanto de un poco de templanza, de paciencia, de sentido de milenios, que necesitamos los pseudo pampeanos de los bien estructurados ibéricos.