Hay acuerdo, por parte de la ciencia, en que soltar una palabrota es un ejercicio liberador que oxigena de la autorrepresión y relaja los músculos. Pero no sólo en los bares y las gradas se impreca, sino que madres atacadas u hombres depilándose utilizan también blasfemias para sobrellevar mejor el dolor. Según un estudio realizado por el profesor Richard Stephens, de la universidad británica de Keele, aquellos de sus alumnos que se deslenguaron fueron capaces de mantener una mano sumergida en agua helada durante 40 segundos más, de promedio, que los que proferían palabras “correctas”. Otros investigadores llegaron a la conclusión de que, si bien jurar a diario es nocivo y tedioso, soltar de vez en cuando una grosería en la oficina subía la moral común y rebajaba el nivel de estrés.
Otro asunto es cuando palabrotas e insultos se lanzan sin pértiga desde las redes sociales y se agitan de manera enfebrecida y a la vez infértil. Hace unos días el concejal de Participación y Transparencia del Ayuntamiento de la localidad valenciana de Museros, Rafael Bazán, de Podemos, mandaba “a la mierda” a “los Reyes Magos, el Papá Noel y la puta madre que los parió” desde su perfil de Facebook. Ya ha dimitido y su partido ha pedido perdón. Ultrajes dañinos y machistas –desde feas de cojones hasta putas o deslenguadas– han sido las políticamente incorrectas bienvenidas que han recibido las cuperas en Twitter, Facebook e incluso columnas firmadas por veteranos opinadores. Puede que ellos se sientan menos estreñidos insultando, pero no hay que olvidar el efecto que producen el taco y la ofensa cuando se convierten en un tic y, lejos de cubrirse de gloria, lo hacen de mierda.
(La Vanguardia)
creo que si nos desestreza un poco el decir de vez en cuando alguna grosería, también es muy cierto que actualmente en las redes sociales no lo ven por mal visto que se escriban cualquier tipo de groserías donde se ofendan a terceros, creo que la educación y respeto hacia nosotros mismos debe de ser en cualquier lugar aunque uno no este presente
Pues considero que en ciertas ocasiones es necesario decir una mala palabra pues como dice el texto baja el nivel de estrés. Pero es bien sabido que esas malas palabras se deben utilizar en el lugar correcto y con la persona correcta. Es decir no puede uno andar por la vida ofendiendo de cierta manera a la gente.
En lo personal me parece interesante la lectura porque de acuerdo a lo leído menciona cuestiones importantes en relación con palabras altisonantes. Considero que fue buena idea utilizar como ejemplo una película para enriquecer el contenido y ayudar a que se comprendiera de mejor manera. Finalmente, yo opino que decir palabras altisonantes en algunas ocasiones es de mal gusto, pero concuerdo con la lectura en que en algunas ocasiones ayuda a reducir el estrés de las personas, no obstante considero que deberían mencionar que se deben de tomar ciertas medidas para utilizarlas en ciertos lugares.
Creo que los tiempos cambian y si bien las malas palabras siempre lo serán, también sabemos que la mayoría de la gente se acostumbro a escucharlas continuamente hasta hacerlas algo cotidiano y natural en cualquier conversación como algo gracioso u oportuno para momentos incomodos o tensos en cualquier discusión, aun asi me parece que deberíamos tener mas cuidado al momento de utilizarlas, ya que no se pueden decir en cualquier lugar, ni con cualquier persona, hay que aprender a evitarlas.
Buenas noches Joana, primero quiero felicitarla por que en esta pagina es el único blog realizado por una mujer, y por la forma de atraer a las personas a la lectura.
Es cierto que antes se relacionaba decir malas palabras con la falta de educación, pero en la actualidad cualquier persona dice palabras altisonantes independientemente de su nivel académico, en la investigación del Dr. Stephens, el aumento de la autoestima fue otra de las conclusiones del experimento: al decir obscenidades el cerebro olvida nuestras debilidades y mejora en sentido general la confianza en uno mismo.
conclusión: es sano decir groserías de vez en cuando.
Hola. En lo personal a mi me parece que decir malas palabras de vez en cuando hasta cierto punto es sano e incluso necesario para liberar un poco el estrés y que genere autoconfianza es un punto mas a favor, de hecho hoy en día muchas personas las utilizan de ves en cuando algunas mas que otras,sin mayor problema ya que para la mayoría de las personas forman parte de la comunicación diaria aunque concuerdo en que hay lugares para decirlas pues es cierto que no se puede ir por la vida diciendo en todo momento y a todo mundo.
(oh)
(solamente femeninasingulares comentando)
(no me había dado cuenta que hay solamente una autora en elboomerang; será porque leo solamente a tres o cuatro)
(¿superj en corral ajeno?)
las palabras malsonantes, palabrotas, tacos, con el uso&abuso pieden significado y fuerza y sentido, se trivializan, se autoanulan
en la página de entrada del blog aparece la portada de un libro que muy bien viene a cuento : “palabrotalogía”…
biiiiigabrazo
el decir malas palabras a veces no es tan malo, pero cuando las dice una mujer todos se satanizan como si fuera un pecado.
El momento adecuado de decir una mala palabra es en el momento que todo resultara algo chistoso
Cada vez es más frecuente que se utilice palabras antisonantes en los diálogos de las películas para darle un tono sensacionalista al drama que están representando.
Sin lugar a dudas es un tema un tanto polémico, pero estudios, como lo cometan, han revelado que deja una descarga de estrés. sin embargo queda enfatizar que estamos en una sociedad donde el libre albedrio puede ser cuestionado al caer en la vulgaridad de palabras antisonantes.
Evitar las malas palabras es una manera de limpiar lo emocional que dentro y fuera de nosotros nos relaciona con los demás. Esto contribuye a nuestro bienestar, así como el próximo. Es por ello que nuestros padre, maestros, políticos (los buenos) y religiosos, nos incitar a esta práctica, aunque tal vez nunca nos explicaron el modo en que debemos hablar.
En realidad creo que no es necesario decir ningun tipo de palabras ofensivas, nuestro idioma es rico en todo tipo de palabras y sinonimos para expresar exactamente lo que sentimos, me vienen a la mente algunas personas que utilizan constantemente ese tipo de vocabulario y que en realidad si evitaran decir ese tipo de palabras se quedarian mudos ya que su pereza mental no les permite recordar la palabra que necesitan utilizar sustituyendola por una groseria, el famoso guey por no recordar el nombre!
Es cierto lo que dicen la verdad, ayuda en un momento de estrés para relajarnos, no debemos decirlas pero lo hacemos cuando es necesario , sabemos que no es adecuado expresarse todo el tiempo así, como una charla con groserías, no es muy agradable y muy incomoda en ocasiones.
Es una manera no apropiada de decir la verdad absoluta
Hay que reconocer que en el vocabulario de nuestra cultura, es una manera coloquial y muy común de hacer llegar una expresión a veces una grosería deja mas en claro una idea u opinión o sentimiento que cualquier otro lenguaje común.