Otra berlinesa, rubia como ella, nacida ocho meses después que la actriz, Helene Amalie Riefenstahl, le daría otra forma a las fantasías germánicas, convirtiéndose de paso en la gran propagandista de Hitler.
En la biografía cruzada Dietrich & Riefenstahl: Hollywood, Berlin, and a Century in Two Lives, de Karin Wieland, que acaba de ser traducida al inglés y editada en Estados Unidos por la editorial Liveright, se cuenta que durante los años 30 no sólo compartían estudios de rodaje en la Ufa, sino que vivían tan cerca que Rienfenstahl podía ver desde su ventana el apartamento de Dietrich.
Wieland cartografía las direcciones opuestas de estas dos mujeres que crecieron entre el caos y el luto que ocasionó la Gran Guerra, dos artistas que encarnaron distintos ideales de belleza y se convirtieron en símbolo de las fuerzas opuestas en la segunda contienda mundial.
De Marlene aún nos hace temblar su helado erotismo, y su poderosa máscara interpretativa. A Riefenstahl da más miedo acercarse. Pero su puesta en escena y la forma en la que mueve la cámara son imponentes.
Con un pasado de bailarina y estrella del bergfilme –el cine de montaña–, es capaz de integrar como personajes las fuerzas telúricas en sus filmes. Y, así, los caminos de nubes filmados desde un aeroplano o la luz sobre los músculos de los atletas, que los convierte en héroes mitológicos en Olympia, produce tanta belleza como espanto.
El libro de Wieland narra un punto de encuentro verdaderamente simbólico entre estas dos mujeres. En 1937, viajando desde Alemania al París de la Exposición Universal, donde presentaba la película documental que había dirigido sobre el congreso del Partido Nazi de 1933 El triunfo de la voluntad, Riefenstahl lo hizo bajo nombre falso. Quería evitar a los periodistas. Crecían a su alrededor los rumores de que Goebbels la había repudiado. ¿Acaso envidiaban algunos jerarcas nazis el poder que ejercía una mujer sobre el Führer? De regreso a Berlín, con la medalla de oro obtenida, se detuvo en Berchtesgaden, el refugio de montaña de Adolf Hitler, para contarle su triunfo a un hombre cuyo apoyo era absoluto. Pero cuando Leni entró en la casa, para encontrarse a Hitler mirando una pantalla sobre la que se proyectaba el rostro de Marlene. Tomaron café en la terraza con espectaculares vistas a los Alpes bávaros y charlaron. No se sabe de qué película se trataba, ni hasta qué extremo al Führer le fascinaba su magistral indiferencia. Las dos morirían viejas: Marie Magdalena autoafirmando su dignidad, Helene Amalie haciéndose la ingenua.
Palabras y gestos / Mozah bin Naser
Se ha celebrado estos días en Qatar la Cumbre Mundial de la Educación, organizada por la jequesa Mozah bin Naser entre hiyabs y niqabs. No perdió ocasión Michelle Obama en instar a las mujeres de todo el mundo a “que su cuerpo sea fuente de orgullo y no fuente de vergüenza”. La exjequesa en cambio tenía escrito el guión, a pesar de llevar turbante de Capri. Pero no los gestos: premió la labor de Sakena Yacoobi que lleva 20 años desafiando el veto talibán a la educación femenina en Afganistán, con un aplauso.
Gana lo real / Marta Sanz
Escribió un poemario, Perra mentirosa y Hardcore, y deslumbró con su primera novela: El frío. Después de un puñado de buenos libros, con esa mirada que ella califica de borde, tan propia de los miopes, se ha hecho con el premio Herralde con Farándula, donde bucea en el mundo del espectáculo narcisista y de los políticos rencorosos. “Los intelectuales hemos perdido prestigio social, no debimos estar mudos tanto tiempo”. Literatura de un mundo real autocrítica, crítica y sólida.
Las entrañas / Iker Casillas y Sara Carbonero
El BOE del corazón anuncia en exclusiva que nuestra pareja de exiliados celebs serán padres por segunda vez. También informa de la visita de la feliz abuela materna poco antes de hacerse oficial el embarazo, de dónde estaba el portero del Oporto cuando se enteró de la noticia y especula incluso en su web sobre los posibles nombres del bebé y los estilos de decoración del cuarto. El parte en directo de la intimidad de los famosos sigue extendiendo una alfombra de estupidez, o de vacío.
La verdad me parece muy interesante pues jamas me imagine todo lo que habian pasado la mayoria de las personas en la guerra de nazi
Muchas cosas pasaron durante ella para MARLENE Y LENI, Helene Amalie Riefenstahl fueron importantes pues se convirtieron en actrices aun después o durante de la guerra El libro de Wieland narra un punto de encuentro verdaderamente simbólico entre estas dos mujeres.
En 1937, viajando desde Alemania al París de la Exposición Universal, hay presentaba la película documental que había dirigido sobre el congreso del Partido Nazi de 1933 ya que triunfo de la voluntad, Riefenstahl lo hizo bajo nombre falso. El cual quería evitar a las periodistas
Eso fue lo que mas me llamo la atencion ya que jamas me imagine que haya pasado todo eso en esa guerra nazi.
me parece muy interesante saber que hubo alguien para defender a los nazis
Esta lectura se me hizo interesante, aunque al principio se me complico un poco la lectura.
También se me hizo interesante ya que esta historia no sabia que existía. Ni que existía la guerra nazi.
Tampoco imagine que Hitler fuera parte de la historia, y eso me gusto mucho.
y me gusto que magdalena no haya aceptado trabajar en Alemania, como por que trabajar en algo que ella no quiere.
me agrado que Helene se haya convertido en actriz. Y que según era la ingenua.
Marlene era una impactante al moverse en las cámaras. Ella tenia un pasado, era una bailarina y estrella de bergfilme. Se dice que ella produce tanta belleza como espanto. Esa parte me gusto mucho, ya que no me lo imagine.
También lo que entendí es que fue un libro también, un libro que narraba Wieland. Que en 1937, ella viajaba desde Alemania al París de la Exposición Universal, ahí es donde ella presentaba la película documental que había dirigido sobre el congreso del Partido Nazi de 1933 El triunfo de la voluntad, Riefenstahl lo hizo bajo nombre falso. Pues quería evitar a los periodistas. Después de regresar a Berlín, obtuvo la medalla de oro, se detuvo en Berchtesgaden, el refugio de montaña de Adolf Hitler, para contarle su triunfo.
esta historia para mi fue algo linda e interesante, repito que al principio me costo un poco de trabajo comprenderla.