La campaña de Elena Valenciano, en cambio, quiere ser cariñosa. Después de haber hablado tan bien francés en público -fue alumna del Liceo-, se convierte en fenómeno viral al declarar: “Yo vi que el Rey paró el 23-F”. Cuán elevado coste puede acarrear la mala filología: bastaba un neutro “yo fui testigo”. Entonces era telefonista en Ferraz y aquella noche asumió una gran responsabilidad. Genio y figura. Años de tenacidad, entrega y partido. En plenas primarias, le preguntaron qué haría en caso de que Rubalcaba perdiera, si también tendría que abandonar la primera línea. Su respuesta en El País fue colosal: “No, yo soy su número dos, pero estaba aquí antes que él”. En el primer cartel electoral propone: “Hagamos una campaña de abrazos, de encuentro con la gente”. Lo que parece significar que se abrazará con los ciudadanos que se cruce por la calle, una iniciativa que recuerda a la de Juan Mann y sus “Abrazos Gratis”, que al abalanzarse afectuosamente sobre los viandantes, emocionaba y enfurecía a partes iguales. Ojo, la política emocional tiene mucho riesgo. Que se lo pregunten a Zapatero cuyos guardaespaldas me contaron que debían vigilar con especial atención a las señoras motivadas y bajitas que le agarraban del cuello hasta contracturarle.
Los abrazos y las rosas también han tomado París; y en el cambio de gobierno de Hollande, a la desesperada, parece completarse la cuadratura del círculo, aunque en esta ocasión mucho se guarde Ségolène Royal de ser apodada ‘la Zapatera’. Después de una sufrida travesía del desierto en la que el ángel de Ségolène -tan femenina, tan francesa, mujer de vestido con falda de vuelo en lugar de pantalón- pareció desvanecerse, regresa a la primera línea. Sus propios compañeros la crucificaron con el mantra de siempre: “¿Quien cuidará de sus hijos?” se preguntaban. Ocurren estas cosas con la igualdad: ¿se imaginan una campaña de abrazos para todos en la que el candidato fuera un hombre?
El rey Karl
Después de convertir el Grand Palais en supermercado durante su último desfile y de asistir como reina madre al Baile de la Rosa de Mónaco, el diseñador de Chanel ha confesado por fin a ZEITmann por qué nunca se quita las gafas de sol. Sus excentricidades no son más que la construcción de un personaje con el que se blinda: guantes de motorista hasta para comer, talco en su coleta, joyas antiguas, y sus sempiternas gafas de sol, creíamos que para esconder la edad. Tuve ocasión de verlo sin ellas, y aseguro que su lifting es de calidad. Ahora dice que a causa de un golpe estuvo a punto de perder un ojo, y decidió no quitárselas, para protegerse. A los ochenta años sigue en primera fila, emulando a Coco, que volvió a triunfar con la misma edad.
Shaki y los paletos
Aún no me he recuperado de los zafios insultos que recibió el otro día Shakira en el campo del Espanyol (“Shakira es una puta” vociferaban). ¿Por qué? ¿Por qué es pareja de un jugador señero del Barça? ¿Por qué ha versionado una canción en catalán -Boig per tu-, con su encantadora facilidad para los idiomas? ¿Por qué además de componer, cantar, producir y bailar estudió en UCLA? ¿O por qué su último álbum ha sido número uno en sesenta y nueve países en iTunes? En la aldea global se perpetran todavía paletadas de esta magnitud, que no comprenden ni toleran la diversidad cultural y el mestizaje. Machismo de cavernas. Grotesco espectáculo el de quienes confunden un acto de amor con un Freedom for Catalonia.
Grace-Nicole-Julie
El caso es que Ségolène regresa cuando hace mutis Valérie, según la prensa, el detonante de la separación de la pareja. Curiosa declinación del mal en femenino, como si Hollande fuera un angelito. Coincide el traspaso con el estreno, por fin, de “Grace de Mónaco”. Que se aireen los rifirrafes entre Rainiero y la musa de Hitchcock, y sus melancolías, no ha gustado nada a los Grimaldi, que han decidido ningunear el estreno. Pero además de las desavenencias del matrimonio, cuenta como la actriz acabó mediando con De Gaulle para impedir que el principado fuera anexionado por Francia, mientras el Rey jugaba en el casino. ¿Y saben quién dobla a Nicole/Grace? Piruetas del destino: Julie Gayet, la novia de Hollande.
Bastante más grave es oír gritos de “Donde está Jarque”, aunque personalmente también me parezcan re probables los lanzados contra Shakira, pero de los otros no se acuerda nadie???.
Paleta lo serás tú. Y no entiendo como a una paleta q tiene ni idea le dejan escribir en según q sitios… A Piqué se le grita xq es Piqué, un tío indeseable fuera y dentro de los campos de fútbol … Utilizan a su mujer sí, pero no este año ni xq cante en catalán… Manipuladores !!! Mal hecho , sí, pero no menos q los cánticos contra el difunto Jarque o deseando la muerte a Figo en el “orinal” … Y no he visto q hayas escrito nada al respecto… Paleta !!