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Junio 2011

Stop

Aquí están tus horas en blanco. Un paréntesis mullido que no entiende de urgencia ni de agenda. El solsticio de verano traerá noches estrelladas con la brisa ensortijada entre el pelo. Los días se alargan, las noches también, y no estás soñando. Como una invitación a descalzarte para sentir que en la vida hay que aligerar la carga. El inicio de las vacaciones también significa la posibilidad de empezar algo nuevo, tal vez la promesa de tratarse a una misma con más indulgencia, incluso cuando la inseguridad o la duda se presentan sin avisar. Nos las llevamos de paseo, y juntas buscaremos una sombra donde arreglar las cosas. Mientras el sol se sumerge en el mar como un enorme lunar rojo, un ave marina sobrevuela la postal del atardecer. La línea esmeralda que se pierde en el horizonte te hace pensar en todo lo quepuede esconderse detrás de lo que vemos. Aprender a transitar por los puntos suspensivos de la vida, impedir incluso que la incertidumbre nos paralice y que la contrariedad nos bloquee. «Recargar pilas», dice la gente, porque el descanso nos procura energía pero, sobre todo, esperanza. La fantasía parece más cercana. Incluso real. Y sus cosquillas acuden como una revelación hasta conmovernos. Esa es la felicidad, una colección de pequeños instantes en los que somos más verdaderos.

En la hamaca

La escena suele estar acompañada de azules, el color rey por antonomasia, que simboliza a la par seguridad y placidez, belleza rotunda y pureza. El primer homínido hedonista que descubrió cómo la caricia del sol era capaz de abrir el grifo del placer, supo que bastaba mirarlo con los ojos cerrados. El calor posándose encima del cuerpo. Un calor humano, capaz de derretir el alma que se va perlando en gotas de sudor. El mercado no ha hecho más que sofisticar ese símbolo que tan bien podría emparentarse con la cultura de la indolencia. La exhibición del placer que nace y muere en sí mismo. Pero también es cierto que broncearse es mucho más que un ritual de ocio, que significa una puerta hacia la nueva sensualidad. No hay mejor excusa para acariciar el yo hasta que una ligera brisa aletea sobre la toalla y se deja sentir en la cintura. Un soplo de aire en el flanco derecho asciende hasta las costillas y bambolea justo en el plexo solar hasta que muere, derrotado por los rayos de luz amarilla. La espalda siente la tela, el algodón rizado de la toalla, mientras los pies perciben la arena escurridiza o el quejido de la lona de la hamaca. Eso sí, como todo en la vida, hay que protegerse.

Eco Project

La tierra. Sus pulmones. El compromiso diario con nuestro planeta. Este es el Año Internacional de los Bosques, y las ediciones de Marie Claire de todo el mundo han querido celebrarlo con su Proyecto Eco, que ha contado con la colaboración especial de Vivienne Westwood. Ella expone sus propuestas para luchar contra el cambio climático y el compromiso con aquellos que protegen los bosques ancestrales frente a la especulación feroz, pero también los pequeños gestos diarios como reciclar nuestro armario. En el nuestro mundo sofisticado existen aún historias de supervivencia protagonizadas por aquellos que protegen la naturaleza. Contarlas no cambia su suerte, pero es una forma de ejercer resistencia.

Publicado en Mi Smythson

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