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Annie Leibovitz: “Letizia es la reina más moderna de Europa”

Fotógrafa de reyes y estrellas, acaba de inaugurar los retratos a los Reyes de España en el Banco de España. Su obra destila honestidad creativa

Demócrata acérrima, se declara en shock ante la era Trump y echa de menos la opinión de la que fue su pareja, Susan Sontag. “Me gustaría que estuviese aquí, ahora que está pasando toda esta basura política. Sabría qué decir”.

Hija de Samuel Leibovitz, un teniente coronel de las fuerzas armadas y de Marilyn Heit, bailarina, colaboradora de Marta Graham, Anna Lou, Annie, nació en Connecticut hace 75 años. Pasó su infancia viajando en familia, y sin darse cuenta iba encuadrando el paisaje tras ventanilla del coche, como si fuera una cámara. Alumna aventajada de Robert Frank y Cartier-Bresson, su trabajo incluye varios géneros, premios y exclusivas, pero siempre destila belleza y honestidad. Mantuvo una relación íntima de quince años con Susan Sontag, a quien conoció al retratarla para un libro sobre el sida. Su historia no se hizo pública hasta después de la muerte de una de las más brillantes intelectuales del siglo XX.

Durante años, Annie viajó por todo Estados Unidos buscando en vano la cabaña de Lincoln. Ella entiende la fotografía como una herramienta de investigación; por ejemplo, ahondó en los lugares donde trabajaron Georgia O’Keffe, Emily Dickinson o Proust.

Ella entiende la fotografía como una herramienta de investigación

En el 2013, poco antes de recibir el premio Príncipe de Asturias, dio una rueda de prensa en la que un periodista le preguntó si le gustaría fotografiar a sus anfitriones, los entonces príncipes, Felipe y Letizia. “Serían dos buenos modelos”, respondió Leibovitz. “Probablemente iba a ofrecerles esto, sí, me encanta tomar fotos de familia, lo he hecho con los presidentes de EE.UU. y con la reina de Inglaterra. Sería un honor fotografiarles”.

La Leibovitz de entonces vestía de negro, igual que hoy, la ropa como uniforme, sobria, uptown, melena larga, rubia, algo despeinada. Nada más sentarse con los periodistas dijo que Susan Sontag estaría orgullosa de aquel momento. Doce años después, la fotógrafa ha visitado Madrid para inaugurar oficialmente los retratos de los Reyes que forman parte de la colección del Banco de España. Aquella melena rubia ahora es blanca. Por lo demás, pasea la misma elegancia de quien ha capturado millones de gestos tras el objetivo. Un profuso y delicado estudio sobre la condición humana.

El Banco de España es un palacio dentro de otro. Un edificio misterioso, con alma de búnker y cuerpo de palacio. Sus patios, salones y escaleras abarcan una manzana de oro entre Alcalá y paseo del Prado. Leibovitz ha posado por la mañana con los Reyes y el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá. Una corriente de simpatía se expandió entre la retratista y los monarcas. Leibovitz afirma que un retrato es un encuentro psicológico. La entrevista tiene lugar en la sala de exposiciones donde se exhibe La tiranía de Cronos, una selección de relojes históricos se exponen junto a los retratos de los Reyes. Leibovitz mueve su silla y la coloca frente a los dos retratos; comenta que prefiere mirarlos mientras hablamos. Raquel Fernández Sobrín, Bèla Adler y servidora hacemos un corro de sillas. Annie no está acompañada por su agente ni mánager. Le da un sorbo a una taza de café frío. Cada cuarto de hora, los relojes sacarán sus cucos.

Los retratos de los Reyes encierran un juego de perspectivas y una cuidada composición. ¿Ha querido que su estilo dialogara con el de la tradición de la pintura española?

Bueno, lo interesante de este encargo es que los retratos se hicieron para la colección del Banco de España, que tiene una larga tradición e historia desde hace cientos de años. Poseen una colección extraordinaria de retratos de reyes y de presidentes del banco. Pensaron que sería interesante que el Rey y la Reina fueran fotografiados, en lugar de pintados. Sé que cuando se lo comentaron a ellos, les dieron la opción de tres fotógrafos y acabaron decidiéndose por mí. Si caminas por las salas, no puedes evitar sentir la influencia de ese estilo de retrato pictórico. Por ello, estas fotografías se sienten como una pintura. Quieres que conviva con los otros retratos, los otros periodos, los otros tiempos. Por otro lado, estoy fascinada con la historia, en este caso la de la familia real española, y ha tenido un papel muy importante para entender cómo proyecté los retratos.

Estoy fascinada con la historia, en este caso la de la familia real española, y ha tenido un papel muy importante para entender cómo proyecté los retratos”

Annie Leibovitz

¿Qué papel ha tenido la historia?

El retrato del Rey, con ese uniforme de gala de capitán general del Ejército de Tierra, es parecido a otros retratos anteriores. Él lleva un gran peso sobre sus hombros. Procede de un linaje real. Lleva la monarquía inscrita en su vida. Pero la Reina es una mujer moderna, más de nuestro tiempo. Cuando la luz atraviesa la habitación, el Rey se halla en la parte más oscura de la estancia. La luz se apaga porque él carga responsabilidades pesadas. Y la Reina está al lado de la luz de la ventana. Trae mucho más optimismo. Cuando el Rey era niño, la familia todavía tenía un apartamento en el Palacio Real y conserva recuerdos de su infancia. Todos esos elementos tuvieron un papel decisivo en la composición.

Es impresionante el traje de la Reina, firmado por Balenciaga.

Probablemente sepas que fue la Reina quien trajo la ropa de Balenciaga. Yo estaba alucinada por el vestido y la capa. Es un homenaje a este gran diseñador español. Ella cumplió bien con su papel.

Annie Leibovitz hace pausas para pensar las respuestas. Es una muestra más de su elegancia silenciosa. Mira hacia abajo, o entrecierra los ojos, y se reclina en la silla, observando detenidamente los dos retratos.

“Lo interesante para mí ­—eso lo piensas después, cuando contemplas el resultado— es que ella se ve mejor con él y él se ve mejor con ella. No los quieres ver por separado. Se necesitan mutuamente. Siempre supe que iban a ser dos fotografías tomadas en la misma habitación. No sabíamos que iba a ser esta hasta que vinimos a España para la localización final. Por supuesto, tuvo que ser el salón de Gasparini, el más difícil de fotografiar del palacio. Pero era como que sabías que estabas en España. No podrías estar en ningún otro país en esta habitación. La otra cosa importante es esta idea de partir la fotografía por la mitad. Está inspirada en el trabajo de David Hockney. En un momento determinado, hizo un estudio sobre perspectiva y básicamente tomó muchas fotografías para crear la forma en que miramos. Recuerdo que cuando hizo eso, me enamoró y emocionó tanto, porque realmente es la forma en la que veo con mis ojos. Así que giro a la izquierda un poco para capturar al Rey, y para la Reina, un poco a la derecha”.

Resulta audaz haberlos fotografiado por separado, pero a la vez juntos: esas dos soledades al decir del poeta, que se inclininan y se protegen la una a la otra.

No creo que sean tan solitarios. Cuando me hicieron este encargo fue para reemplazar dos pinturas de su padre y su madre. Dos pinturas separadas que se cuelgan aquí en el banco. Así que siempre fueron dos pinturas separadas. Decidí unirlas y ponerlas en la misma habitación como si la cámara mirara a la izquierda y en la otra a la derecha. Todavía los veo viniendo a posar para sus retratos, fuertes. No hay más contexto que ese. Se mantienen en su posición.

La Reina me dijo: ‘Annie, estoy sorprendida de que no estemos haciendo algo menos formal’”

Annie Leibovitz

La reina Letizia es muy expresiva. ¿Fue difícil sostener esa seriedad ?

La Reina me dijo: “Annie, estoy sorprendida de que no estemos haciendo algo menos formal”. Sé que ahora le gustan las imágenes, pero en aquel momento estaba preocupada. La veo como una gran belleza, una mujer inteligente y moderna. Por otro lado, si miras mis fotografías, verás a pocas personas sonriendo. Me gustan las personas serias. Y creo que la diferencia ahora es que estas fotografías van a estar en esa pared por mucho tiempo. No eran para una revista. Necesitaban una especie de atemporalidad. Y cuando miras una pintura de Singer Sargent o un Goya, no hay nadie sonriendo. Están serios, acorde con el momento. Me gusta la idea de que ella no sienta que tiene que sonreír… He visto muchas fotografías de ambos. Y en esta ella tiene esa mirada serena. Definitivamente, es la Reina en ella. Es muy fuerte y muy hermosa. La fotografía es solo una parte de una persona. Hay muchas formas diferentes de ver a la gente. Y esta es una manera de ver a los Reyes.

Siente que logra tocar la esencia, el alma, de sus personajes.

Me preocupa cuando la gente me dice que toco el alma de esa persona. Eso tampoco es cierto. No puedo poner en palabras lo que me gusta de cómo se ve a la Reina. Pero estoy orgullosa de cómo se ve. Sus ojos, realmente… puedes mirarlos durante mucho tiempo.

Siempre quise hacer algo creativo. Pensé que iba a ser artista. No sabía que iba a ser fotógrafa”

Annie Leibovitz

¿Cree que doña Letizia es la Reina más moderna de Europa?

Creo que sí. Además, tener hijas de 18 y 19 años te hace más moderna todavía.

Usted tiene tres hijas. ¿Qué tipo de madre es?

No soy la típica madre. La mía tampoco lo era. Me gusta predicar con el ejemplo. Que sepan cómo de importante es hacer lo que amas hacer. Mis hijas son mujeres jóvenes muy independientes y estoy muy orgullosa de cómo están haciendo su camino, aunque les ha tocado un mundo muy duro. Necesitan toda la positividad y el amor.

¿Qué quería ser de niña?

Siempre quise hacer algo creativo. Pensé que iba a ser artista. No sabía que iba a ser fotógrafa. Fui al Instituto de Arte de San Francisco a estudiar pintura. Mi madre era difícil de igualar. Era una bailarina de danza contemporánea, bailaba con Martha Graham, dio clases en Nueva York. Era muy inteligente. Un personaje real. Y mi padre era un hombre fuerte. Éramos cinco hermanos. Una auténtica locura. Cuando nos preguntamos de dónde viene la creatividad, creo que nace de esa mezcla de tantos hermanos. Una gran familia.

¿Grababan películas?

Mi madre siempre nos grababa con 8 mm. Y luego Super 8, ella siempre nos grababa y nos tomaba fotos. Tocaba el piano, bailaba. Nos apoyaba con lo que quisiéramos hacer. No se puede subestimar lo que significa mudarse cada dos años con mi padre en el ejército. Vivimos en Biloxi, Misisipi; Fairbanks, Alaska; Fort Worth, Texas… Estábamos en la carretera mucho tiempo.

Robert Frank fue decisivo para usted. ¿Por qué? ¿En qué le cambió la mirada?

Bueno, cuando empecé a tomar fotografías en la escuela, me enseñaron Robert Frank y Cartier-Bresson. Ellos trabajaban con una pequeña cámara de 35 mm. Eso era nuevo entonces. Es reportaje, pero tiene un punto de vista muy personal. Salía todos los días, tomaba fotografías, volvía al cuarto oscuro y procesaba en la sala de revelado general. Entonces, tu impresión se reunía con la de todos los demás y hablábamos sobre ello. En realidad, fue una gran manera de aprender cómo tomar fotografías. Y luego, Rolling Stone empezó a llamarme. Solo fotografiaba en blanco y negro. No sabía nada sobre la coloración. Nunca me dijeron qué hacer. Y yo solo salía a fotografiar como lo hacía en la escuela. Cuando eres joven, estás loco y tienes mucha energía. Nunca me iba a casa, siempre estaba en la calle con encargos, siempre tenía la cámara conmigo. Pronto aprendí que si no tenías la cámara, entonces… no podía tomar las fotos. Así que la cámara se convirtió en parte de mi cuerpo y me llevó años evitar no tomar fotos todo el tiempo. Ahora mismo la miro y usted está dentro de un rectángulo.

Pronto aprendí que si no tenías la cámara, entonces… no podía tomar las fotos. Así que la cámara se convirtió en parte de mi cuerpo”

Annie Leibovitz

Brodsky, Roth, Susan Sontag, Arendt… ¿La palabra ‘sabiduría’ es fundamental en la cultura judía?

Lo interesante de crecer en una familia muy judía es que recibí una educación que me llevó a cuestionar cosas, a tratar de entender. Eso es lo que el judaísmo me enseñó.

En su obra es muy importante la composición, crea atmósferas que tienen un halo de cuento, pero a la vez muestran una proporción y armonía reales.

La composición viene de Cartier-Bresson. No sé cómo dio con ello. El triángulo, los tres puntos. No sabía cómo hacerlo muy bien, pero cuando fui a la escuela aprendí sobre la composición. Y si miras mi trabajo, de la manera en que se publica, siempre verás un rectángulo o un cuadro. Siempre uso el cuadro completo del negativo. Lo que pasó con Hockney es que rompió ese cuadro. Lo abrió para que pudiera verse así [señala las fotos de los Reyes]. Estás mirando como ves con tus ojos.

¿Es obsesiva con su oficio?

Soy una gran fanática de la fotografía. Me encanta la fotografía y la admiro. Escucho un nombre de fotógrafo y miro todo su trabajo. Diane Arbus fue una gran influencia. No sabíamos realmente qué aspecto tenía la gente hasta que vimos el trabajo de Diane Arbus. Estábamos evitando algunas partes de la sociedad. Robert Frank, como estaba en la carretera, es un clásico americano. Su fotografía resulta muy personal. Mi favorita es aquella en que se va a subir al coche, o se baja de él, y la familia duerme en el interior.

¿Conecta con la infancia de quienes fotografía a través de su mirada?

Hay muchas formas diferentes de mirar a las personas, especialmente si tienes la oportunidad de preparar un escenario. A veces ves al niño en la persona. Una vez fotografié a Jasper Johns cuando era mayor y de pronto se convirtió en un hombre joven. Lo que veo a veces es la manera en que la gente le gusta ser vista. Pero no siempre puedo capturarlo. Me pasó con Susan Sontag. Ella tenía una idea completamente diferente de cómo mostrarse. Nunca la vimos igual. Yo tenía que pedir cita para hacerle fotos.

¿Sontag aportó más reflexividad a su trabajo?

Susan quería que yo fuera seria y me hice muy seria. Me lo estoy quitando ahora, me ha costado mucho. Antes solía ser más tonta y divertida. Todos necesitamos un poco de las dos cosas. Me gustaría que Susan estuviese aquí, ahora que está pasando toda esta basura política. Sabría qué decir.

¿Ha ahondado en su obra y sus textos sobre el dolor?

No sé cuánto puedo reflexionar sobre su trabajo. Lo que tuvimos fue muy privado. Nos apoyamos mutuamente de una forma muy privada.

Han cambiado mucho las ‘celebrities’ a lo largo del tiempo?

Mi primer amor fue la fotografía y me he dado cuenta de que he trabajado muy duro cada vez que he sacado una fotografía. Lo que me interesaba era lo que la persona hacía, más que quién era: si se trataba de un escritor, un autor o un poeta. Trabajaba con esos aspectos de su personalidad. No me siento cómoda acercándome a la persona. Hay cierto periodismo que consiste en alejarse y observar a cierta distancia. Siempre he tenido problemas con la palabra celebrity.

¿Le divierte todavía la moda?

Anna Wintour ha sido uno de mis grandes apoyos, pero nunca he pensado en mí como una fotógrafa de moda. Hay diseñadores a los que admiro; son artistas. Juego con ello y a veces es verdaderamente increíble.

Ante la llegada de Trump y el nuevo desorden mundial, ¿le gusta algún líder?

Son tiempos difíciles. Pienso que Kamala Harris hizo una gran campaña, y Hillary Clinton ha vuelto a estar en el foco. Admiro a Liz Cheney por enfrentarse a todo el Partido Republicano. A Alexandria Ocasio. Jane Fonda en los SAG Awards dio un discurso increíble. Eso es un líder. Todos estamos en shock ahora mismo. Creo que lo superaremos, pero si pienso en líderes, me vienen a la cabeza algunos abogados increíbles que están trabajando por el derecho al aborto en EE.UU., por el derecho a la salud.

Si Melania y Trump me lo pidieran, creo que sí les haría una foto”

Annie Leibovitz

¿Cree que la fotografía resistirá a la inteligencia artificial?

Eso espero. Puedo ver la diferencia claramente de lo que es falso. En la fotografía real hay corazón y alma.

¿Qué tiene en común una reina con una estrella del rock?

Como poco son figuras públicas, tienen que saber cómo utilizar su tiempo en público. Volviendo a lo que considero más exitoso de estos retratos, es que la Reina no necesita llevar la corona y en cambio es la Reina. Ella creció libre de esa idea. Es muy, muy inteligente.

¿Si Melania y Trump la llaman, lo dejaría todo y les haría la foto?

No sé si lo dejaría todo. (Silencio largo, rictus serio) Creo que probablemente sí haría la foto.

Entrevista publicada en Magazine La Vanguardia el 9 de marzo de 2025

Publicado en Entrevistas La Vanguardia Magazine La Vanguardia

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