Miuccia Prada la palabra elegancia le parece anticuada, aunque no rompe su vínculo con la seducción. “Me gusta la idea de trabajar con piezas de ropa femenina que han sido siempre relevantes en nuestra historia como mujeres. No se trata de ningún rechazo, sino de repensarlas para utilizarlas de una manera diferente”, afirma la creadora.
Un gran cerebro que repiensa la cultura contemporánea y hace dialogar arquitectura con arte, filosofía con activismo. Nieta de Mario Prada, que en 1913 abrió una tienda de marroquinería y equipajes, hoy, en ese mismo enclave, pervive el archivo de objetos únicos que Mario creaba para su fina clientela. Entre ellos se encuentran baúles para barcos de vapor ingleses, maletas americanas, bolsos de Austria y accesorios de pieles exóticas y piedras preciosas.
Con la llegada de Miuccia a la compañía, –junto a su marido, Patrizio Bertelli–, la modernidad se vierte sobre los productos de Prada. La pareja combina los antiguos métodos artesanales con la producción industrial, y se dedican a reinterpretar lujo y tradición. Miuccia Prada empezó a desafiar los patrones estéticos. Nacía un nuevo sentido del gusto, en el que un rapto de ironía, la huella artística o la influencia de la tecnología proponían un relato entre lo bello y lo controvertido.
En 2020 Miuccia nombró al diseñador Raf Simons (ex Dior) Codirector creativo. Tras su última colección, el diseñador belga sentenciaba: “Trenes, corsés, vestidos de noche… son cosas históricamente bellas, pero queremos perturbarlas. Un vestido de noche, por muy bonito que sea, es una irrealidad. Queremos que sean relevantes para las mujeres de ahora, y que la belleza no tenga que ver con el pasado”. Él y Miuccia creen en la idea de comunidad. Por ello, Prada pone en juego distintas disciplinas para anticipar el espíritu de la época. “Es nuestra forma de trabajar” reconocen.
Arte
Una de las cuatro sedes de la Fondazione Prada es la de Milán, una destilería de principios del siglo XX reconvertida en galerías según lo previsto por Rem Koolhaas. Damien Hirst, Theaster Gates, Jamie Diamond o Francesco Vezzoli– en una serie de proyectos y eventos fuera de la moda,y a través del Fondo Ambiente Italiano, ha participado en la restauración de La Última Cena de Cristo de Giorgio Vasari y las estatuas de la Academia de Bellas Artes florentina.
Cultura
La firma ha creado una red de hubs para fomentar el sentido de comunidad. Prada Mode es una plataforma de eventos, concebida como un club social itinerante que propone actividades relacionadas con la moda, el arte, la música o la gastronomía por todo el mundo y que también ha organizado eventos en el marco de Art Basel o Frieze.
La Pradasfera, una exposición celebrada en 2014 en Londres y Hong Kong, desveló los procesos estéticos y creativos que se esconden tras la ropa de la marca. Una celebración de la artesanía y la técnica, que también rindió homenaje a la iconoclasia y la naturaleza contradictoria de la marca, reflejada en una publicación especialmente creada para encapsular la variedad de la muestra.
Cine
Desde 2005 Prada colabora con cineastas y estrellas de cine, tanto en proyectos externos como en la realización de fashion films. El primero fue “Thunder Perfect Mind”, una colaboración con Jordan Scott y Ridley Scott; y desde entonces Roman Polanski, Wes Anderson, Roman Coppola y David O. Russell han firmado una serie de cortometrajes aplaudidos por el público y la crítica. La marca ha trabajado también con directores como Baz Luhrman y Lee Daniels en el diseño y la producción del vestuario de algunas de sus cintas más aclamadas.
Sostenibilidad
Las Garden Factories de Prada se centran en la restauración de edificios ya existentes para convertirlos en nuevos espacios más dinámicos y responsables. Diseñados por el arquitecto Guido Canali, éstos reflejan la creencia de Prada en la integración del hombre en la naturaleza mediante espacios verdes –patios, cenadores y terrazas– que plantean un rico diálogo con lo hecho por el ser humano. La sostenibilidad es inherente a ellos, con medidas para aprovechar la energía solar y el reciclaje de aguas residuales y pluviales para reducir el consumo de agua.
Además, Adidas y Prada vuelven a presentar este año un nuevo capítulo de su colaboración, O mejor dicho, dos: el Forum de Adidas Originals y el tejido Re-Nylon, creado a partir del reciclaje de residuos plásticos recogidos de los océanos y de residuos de fibras textiles, que da forma a la ropa deportiva de lujo del futuro desde la perspectiva de la sostenibilidad.
Se trata de un mundo nuevo, que tanto Prada como Simons quieren abordar. Para el creador , la pandemia ha favorecido a que diferentes generaciones se sirvieran del amor por la tecnología de los jóvenes . “Es una lección importante y valiosa, una evolución. Ya no se trata de un mundo pequeño, ni en la moda ni en otros ámbitos. Se trata de una conexión más amplia”, afirma.
Por su lado, Miuccia Prada se muestra “ muy en desacuerdo con la idea de volver a la ‘normalidad’: “debemos sacar lecciones de este momento. Hemos aprendido que, en la moda, nos relacionamos con un mundo mucho más amplio. Y nuestro compromiso con la tecnología, el uso de la tecnología para mediar entre la humanidad” . El universo Prada quiere anticiparse permanentemente a los latidos de la modernidad.
Artículo publicado en Magazine Lifestyle de La Vanguardia el 9 de mayo de 2022.
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