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Plan C, la moda alternativa y empoderada de la familia Castiglioni

Consuelo y Carolina Castiglioni han lanzado la firma Plan C 

Carolina Castiglioni revoloteaba de adolescente alrededor de las faldas de Marni, la icónica marca fundada por su madre en 1994, que enseguida se convirtió en must de la moda conceptual y transformó los armarios particulares en pequeñas galerías de arte. Tratar las prendas y accesorios como objetos únicos de los que resulta imposible deshacerse, esa era la filosofía creativa de Consuelo, que plasmó su mundo onírico, entre la bohemia y la intelectualidad, siempre en vanguardia, forjando un estilo totalmente propio, más cercano al de una curadora de arte que al de una diseñadora celebrity.

El color y los estampados juegan un papel imprescindible en Plan C

No en vano fue la inventora de los ugly shoes y las llamadas “planaformas”, unas sandalias tildadas de feístas que se han clonado hasta la infinidad. Tímida, escueta en palabras, siempre alejada de los focos, logró marnizar la moda, generó tendencias (cuando ellas las rehuía) y originó un tropel de imitadores que pretendían emular su elegancia silenciosa. Veinte años más tarde, en 2017, vendía su marca a OTB, el holding del poderoso Renzo Rosso, el hombre Diesel.

Los Castiglioni son una familia suizoitaliana con una larga tradición en la moda. La bisabuela de Carolina, Pelliceria, fundó la tienda de pieles Motta, que ahora es el taller principal de la firma Plan C, su último proyecto. Sus abuelos crearon la firma Ciwifurs, que hacía abrigos de piel para Prada o Fendi. Y cuando Consuelo se embarcó en la moda junto a su marido, Gianni, empezaron tiñendo pieles de colores vibrantes. Hoy, la cuarta generación de la saga –Carolina y su hermano Giovanni– afianzan las colecciones de Plan C, sostenibles, muy visuales y aún más realistas.

Venden en las mejores tiendas multimarca del mundo, de Browns y Saks Fifth Avenue a Harvey Nichols o Ekseption. En ellas ya se percibe la mano de la quinta generación: la nieta de Consuelo e hija de Carolina, Marguerita, de ocho años, cuyos dibujos se han impreso en camisetas y vestidos. Además, su cuñada, Cynthia Vilches Castiligoni –de origen venezolano–, aporta a la familia la precisión del accesorio: una colección de joyas orgánicas con mucho humor bajo la marca Aliita. “Nos acercamos a la joyería a nuestra manera, sabiendo que puedes diseñar un collar haciéndole un guiño al mundo de la ciencia. Las joyas pueden ser extravagantes y a la vez elegantes y únicas” afirma Cynthia.

A los Castiglioni siempre les fascinado el lado racional de la moda; no han hecho campañas de publicidad; y detestan toda dictadura estética. “Nunca nos ha interesado el lado glamuroso de la moda, pero llevamos formando parte de la industria durante generaciones –explica Carolina desde Milán–. De niña, al salir de la escuela, iba con mis padres al taller, así que crecí viendo a mi madre expresar su creatividad”.

Y eso, sin duda, imprime carácter y abre un camino. “Nos gusta estar rodeados de cosas hermosas y significativas. Tenemos un enfoque desde el estilo de vida, que no solo concierne a la moda. Yo, personalmente, soy una apasionada del arte y el diseño”.

Carolina Castiglioni ha creado su propio plan de moda, es el plan C

¿Qué relación tiene con su madre y cómo la influenció?

Estamos muy unidas, siempre hemos trabajado juntas y compartimos gran parte de nuestro tiempo libre. Ahora disfruta con sus cuatro nietos en Celerina (Suiza). He heredado su concepto estético de ropa vanguardista y una profunda sensibilidad por los colores y sus combinaciones. Creo que me atrevo más que ella a crear combinaciones extrañas, aunque prefiero un enfoque más casual…

¿Qué puede aportar a la moda la cuarta generación de su familia?

Plan C es un proyecto muy personal que refleja mi punto de vista, esa es la diferencia con nuestra anterior empresa, aunque ambas comparten una estética. Mi enfoque es diferente. Quería crear una pequeña marca para mujeres independientes y empoderadas que buscan sofisticación, pero que, al mismo tiempo, quieren ir cómodas y ser irresistiblemente divertidas e irónicas, que son capaces de combinar las piezas de su armario de acuerdo a su propio estilo de vida. Por eso no sigo las tendencias, porque Plan C es un armario que evoluciona temporada tras temporada.

¿Qué significa la ‘C’?

Hablamos mucho, después de vender Marni, sobre la oportunidad de comenzar otro proyecto; era una lástima dejar atrás todo nuestro conocimiento y las sólidas relaciones con los proveedores desarrolladas a lo largo de décadas. Todos coincidimos en que este nuevo proyecto debía hacerse a nuestra manera: una empresa pequeña, una idea clara, todo hecho en Italia, muy cualitativo… Y planteamos un juego de palabras con el nombre: la ‘c’ significa Carolina y Castiglioni, pero también el tercer plan después del primero (a), Ciwifurs, y el segundo (b), Marni.

¿Es Plan C una especie de secuela de Marni?

Podemos decir que es la evolución natural de un proyecto iniciado hace ya muchos años. Plan C es más contemporánea y menos artística. Es la expresión de quién soy yo. Decido lo que entra en una colección pensando simplemente “¿yo me lo pondría?”.

Colección otoño-invierno de Plan C

¿Qué papel juega la ironía en su moda?

La ropa hace que la vida cotidiana sea más emocionante. Y, por otro lado, la alegría es una parte muy importante de nuestra vida y siempre deberíamos poder sonreír. Expreso esta actitud mediante el uso del color o los estampados divertidos que utilizo para camisetas o accesorios.

Volúmenes, asimetrías, colores potentes y texturas diversas. ¿Qué define la colección para esta temporada?

La combinación de elementos masculinos y femeninos es clave en mi idea de la moda, y esta temporada FW 2021 se enriquece con un espíritu esencialmente versátil: los cordones y las correas de sujeción permiten transformar fácilmente las siluetas con enfoques personales…

¿Qué hace por la sostenibilidad además de diseñar tan solo dos colecciones al año?

Nuestro compromiso va desde el packaging –donde todo es bien sostenible, bien reciclable– hasta el uso de tejidos reciclados, como la lana de tartán verde de este invierno. También he decidido dar nueva vida a stocks de telas de la marca, elaborando artículos en edición limitada, ya sean intrigantes variaciones de nuestras piezas icónicas o nuevas propuestas. Con el aprovechamiento de tejidos iniciamos un ciclo sostenible que cumple con los principios de la economía circular.

Publicado en Culturas (La Vanguardia)

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