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Entrevista a Elisabetta Franchi, moda con carácter: “Los perros son criaturas maravillosas”

Elisabetta Franchi, la empresaria que ama a los animales tanto como a la moda

La diseñadora italiana Elisabetta Franchi


Al frente del imperio que lleva su nombre y beligerante activista del movimiento Fur Free, esta emprendedora se desvive igual por la moda y por su marca de éxito que por sus “amigos peludos”

En las oficinas de Elisabetta Franchi, más de 6.000 m² de estilo Miami en plena campiña boloñesa, los empleados llevan sus mascotas al trabajo, ya sean perros y gatos o tortugas. La iniciativa forma parte del programa Dog Hospitality, creado por la diseñadora, una de las primeras activistas –junto a Stella McCartney– del movimiento Fur Free, centrado en que la industria de la moda deje de utilizar pieles animales.
“El amor que siento por mis perros es igual al que siento por cualquier miembro de mi familia; forman parte de ella. Su presencia constante mejora mis días. Son criaturas maravillosas: dan amor verdadero, puro e incondicional, sin exigir nada a cambio”, afirma.

“El amor que siento por mis perros es igual al que siento por mi familia”


Franchi encarna los principios de la emprendedora hecha a sí misma. Su madre, que sacó a cinco hijos adelante sola, es su mejor modelo. Ella solo tuvo una muñeca en su infancia, Betty, con quien mantenía largas conversaciones y a la que hacía vestidos con las cortinas viejas de casa.

Comenzó vendiendo ropa interior y ahí entendió lo que buscan las mujeres (EF)

“Significa mucho para mí: ella, fiel compañera a lo largo de toda esta aventura, es su punto de partida. Hoy vendemos nuestras muñecas Betty en todas las flagship stores del mundo. Es el icono de la marca”.

Siempre tuvo claro lo que quería ser de mayor, y estudió en el Istituto Professionale Statale Artigianato e Servizi Aldrovandi Rubbiani de Bolonia. Pagó las matrículas trabajando de dependienta en una tienda, donde, en los probadores, se topó con la inseguridad y la autoexigencia de las mujeres. Hoy señala que ese aprendizaje fue la base de su éxito.

En 1995 creó su primer atelier, y en 2012 su propia marca. En apenas seis años logró ingresos de más de 120 millones de euros. Vende en más de 1.100 tiendas multimarca y posee 87 boutiques en el mundo. Angelina Jolie o Amal Clooney son algunas de las mujeres que visten su ropa. Clase y coraje. Independencia y control. “Yo soy mi marca y trabajo los 365 días al año” asegura.

Éxito

Viste a Angelina Jolie y Amal Clooney y vende en 1.100 tiendas multimarca

Tiene dos hijos, Leone y Ginevra, y tres casas, en Bolonia, Cortina y Milano. Entre todos los colores, elige el rojo; su ciudad preferida es Roma; su flor, la peonía y su escritora de cabecera, Oriana Fallaci. Abandera la lucha contra la crueldad con los animales y vive con ocho “amigos peludos”: Betty, Cico, Cherie, Lalla, Stella, Sara, Biancaneve. Y acaba de lanzar su primera colección de ropa para niña, E.F. La mia Bambina.

¿Qué le enseñó su experiencia como dependienta sobre las mujeres?

Empecé vendiendo ropa interior en un puesto del mercado, donde aprendí lo que las mujeres son y lo que quieren. Las mujeres tenemos infinidad de matices. Luego trabajé como asistente de ventas, y después me uní a un empresa de moda rápida en la que pude expresar mis ideas y opiniones. Finalmente, gracias al apoyo de mi entonces socio, configuré el proyecto que se ha convertido en mi negocio.

Elisabetta Franchi ha lanzado una línea infantil a conjunto con la moda de mujer.

 
¿Tuvo siempre tanta confianza?

Tener un sueño me permitió concentrarme e invertir en él tiempo, energía y determinación. Al principio no fue fácil, pero ahora me considero una persona segura. Me gusta denominarlo mi “Maestría en los logros de la vida”.


¿Es posible tener amigos cercanos en la moda?

Trabajar en la moda marca un estilo de vida solitario. Nunca tuve una larga lista de contactos porque vengo de la nada, y de un contexto muy alejado de la moda. En cuanto al presente, hoy considero a Brunello Cucinelli y Marco Marchi amigos cercanos.

Nunca tuve una larga lista de contactos porque vengo de la nada”


¿Cuáles son para usted los momentos más memorables de la historia de la moda?

Sin duda alguna por lo que acabamos de pasar. Esta pandemia nos ha dado alimento para el pensamiento. Antes vivíamos en un mundo con un mercado lleno de prendas y productos innecesarios.


¿La Covid ha transformado su estilo de vida y su marca?

La pandemia ha cambiado para siempre nuestra forma de pensar y actuar: la gente ha vuelto a atribuirle un valor real a lo que realmente importa: la autenticidad. El ritmo que habíamos alcanzado en la moda era insostenible. (…) Estoy de acuerdo con Giorgio Armani: pienso que, tras meses de encierro, el sistema de la moda necesita ralentizarse y permitir que las prendas tengan una oportunidad de contar la historia del arduo trabajo que implica su creación. Nosotros no podemos permitir que las colecciones se vuelvan viejas después de dos meses. Y, por otra parte, también en que el Made in Italy debe protegerse y promoverse; ese será el futuro de la moda, y de mi marca.


La iniciativa Fur Free Retailer está ganando impulso. ¿Se sintió sola al principio?

He sido miembro de LAV (Liga Anti-Vivisección de Italia) durante años, y he mostrado mi apoyo a la defensa y salvaguardia de los derechos de los animales. En 2012 comencé a eliminar el plumón de pato y la lana de angora de mis colecciones, y continué prescindiendo del cuero en la mayoría de mis productos y prendas. Fuimos la primera compañía italiana en poder afirmar que sus pieles no eran animales. Afortunadamente, con el tiempo otras marcas se han dado cuenta y sensibilizado. Y Gucci, Armani o Dolce&Gabbana están optando por liberarse de las pieles. Estoy muy orgullosa de mi elección. Aunque al principio fuera la única, siempre estuve firmemente convencida de estar tomando la decisión correcta, en consonancia con mi naturaleza y mi forma de pensar.


¿Qué objetivos persigue a través de su Fondazione Elisabetta Franchi?

La Fondazione Elisabetta Franchi Onlus se creó para continuar mi batalla por los derechos de los animales. Nunca me cansaré de ser la voz de estas maravillosas criaturas. Buscamos, por ejemplo, los muchos refugios caninos que luchan contra la falta de recursos para atender las necesidades básicas de los animales, y cuyos voluntarios rescatan perros de una muerte segura en las carreteras a diario… Los animales tienen alma, y yo siempre he tratado de darles voz. Mis perros son mi vida; compañeros siempre han estado conmigo, incluso en tiempos más difíciles.

Magazine LifeStyle (La Vanguardia) del 20 de junio de 2021.

Publicado en Culturas (La Vanguardia) La Vanguardia

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