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Reformas 2021

Teletrabajo es una de las palabras del año. Difícilmente el mundo de antes hubiera aceptado el nuevo contrato que se ha impuesto, afianzando la tendencia de vaciar las oficinas. Las normas que parecían sostener la estructura de las relaciones laborales se han relajado, y acaso el mayor inconveniente sea el social: la ausencia del otro y un equipo sin contornos, sin roce ni perfume. Pero poco hemos reparado en dónde se lleva a cabo ese teletrabajo. ¿O no es la casa la verdadera protagonista de todo lo que hemos vivido en el 2020 –desde el confinamiento hasta las Navidades en burbujas–?

Nunca la habíamos mirado tan de cerca. Ni habíamos sido tan conscientes de la importancia de crear un espacio hallando su poética con nosotros dentro. No me refiero a la luz cerca de la ventana que delimita la frontera entre dentro y fuera, la misma que nos empuja a ejercer de voyeurs sintiendo el calor de la estancia ajena. Gaston Bachelard en su Poética del espacio escribe: “En París no hay casas –escribía el autor a mediados de los años cincuenta–. Los habitantes de la gran ciudad viven en cajas superpuestas. Sobre el suelo las casas se fijan con el asfalto para no hundirse en la tierra. La casa no tiene raíces”. Y es que la vida íntima huía por todas partes, aun careciendo de pasillos, razón por la cual los artistas de ­buhardilla pasaban buena parte del día en los cafés y jardines. Se sentían más a gusto en el mundo de afuera, el mismo que los embellecía. Y regresaban a su refugio al ano­checer, como durante tanto tiempo hicimos nosotros aunque no fuéramos artistas ni viviéramos en las chambres de bonne parisinas.

A partir de este verano, los españoles empezaron a hacer obras en casa. Desde poner un toldo en el balcón hasta reformar la cocina para hacer mejores bizcochos. No solo cambiaron los sofás, sino que se prestó más atención a la iluminación, y adultos y niños se diseñaron un rincón propio, una especie de sombra bajo el techo.

“Las demandas de reformas han aumentado un 30%”, se dijo el otro día en un debate digital organizado por el Consejo de Colegios de Arquitectos de España. Y las firmas de decoración confiesan no haber visto nunca una época más boyante. Antes del virus arrasaba una tendencia, la del outdoor : una invitación a romper la frontera dentro-fuera. Trabajar al aire libre, hacer brain­storming en la terraza y videoconferencias dando un paseo prometían oxigenación de ideas. Hoy, en cambio, sentimos la casa como la guarida que se mantiene de pie a pesar de la tempestad en esta noche cerrada.

La Vanguardia, 30 de Diciembre 2020

Imagen por Daria Nepriakhina en Unsplash

Publicado en Artículos La Vanguardia

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