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El personaje es el mensaje

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La belleza encandila pero a la vez penaliza, sobre todo en política. Discreción y uniformidad son mandatos para devenir creíble en una España donde excentricidad y glamour tienen mal encaje. Bien diferente que en Francia, con esos ministros jóvenes y charmants que ha fichado Hollande: Emmanuel Macron detenta la cartera de economía y a su brillante curriculum se añade el dato de estar casado con su antigua profesora, veinte años mayor que él. Todo tan francés y desacomplejado a fin de disipar la neblina moralista y añadirle un plus flaubertiano a las intrigas del Elíseo.
En su tourné mediática, Pedro Sánchez no deja de repetir que, además de guapo, es doctor y profesor de economía, que ha estado en paro y que dejó temporalmente la política abrumado por sus corruptelas y la generación tapón que impedía el relevo generacional. La otra noche aseguró en El Hormiguero que ha regresado a ella para “cambiar la política”. Es encomiable la elevada aspiración del flamante secretario general de PSOE, más cuando hoy difícilmente logramos cambiar una coma de nosotros mismos. El punto fuerte de Sánchez ha sido su intrepidez para lanzarse a la arena.¿El débil? su inconsistencia. Podría ser un estilo Suárez –apuesto, amable, educado- pero para eso tendría que desmontar el viejo PSOE como Adolfo finiquitó el franquismo.

En un mundo en el que los conceptos ‘aspiración’ y ‘cercanía’ han transcendido sus propios límites, hay que sustituir la metáfora por un rostro. El pasado miércoles, mientras Pablo Motos entrevistaba a Sánchez, en la pantalla de detrás aparecían imágenes de Pablo Iglesias, consiguiendo un plano superpuesto de ambos personajes. Es evidente que el candidato socialista ha aprendido la lección del profesor Iglesias: hay que estar en todos sitios a todas horas, lograr que el ciudadano de a pie conozca al menos tu cara, si no tu discurso. Ya sea entrando en directo para condenar el Toro de la Vega en Sálvame –con una media de millón y medio de espectadores– o aguantando bromitas al lado de las marionetas de El hormiguero –más de dos millones–. La nuestra es una democracia de espectadores, así que, hoy más que nunca, hay que tener a los medios de comunicación como aliados cuando la poderosa empatía ha suplido al contenido ideológico. Los asamblearios de Podemos siguieron a pies juntillas el mandato leninista de infiltrarse en los medios y aprovecharse de ellos para lanzar un “mensaje populista” que, según Sánchez, da “soluciones falsas a problemas reales”. En su caso, la lógica de convertir el puerta a puerta en share a share, se construye sobre una relectura de McLuhan: el personaje es el mensaje.

Los guapos que ejercen y cobran por serlo saben que las proclamas políticas tienen un efecto insecticida sobre sus contratos. De ahí que el agente y los abogados del modelo Andrés Velencoso hayan saltado de sus sillas al ver cómo la plataforma Societat Civil Catalana utilizaba su imagen y esa frase, ya tan demodé, que un día soltó nuestro top internacional: “soy catalán, español y ciudadano del mundo”. Si eso lo hubiera dicho un feo, aunque fuese catedrático nadie se habría enterado.

Máquinas humanas

Tim Cook se disfraza de Steve Jobs y presenta en vaqueros los nuevos iPhone 6 y el súper reloj inteligente –y elegante– Apple Watch, dejando claro que la filosofía de la compañía ha sido, es y será siempre “ser los mejores, no los primeros”. No se refiere a las ventas, por supuesto, sino al viejo adagio de que “quien pega primero pega dos veces”. La relación simbólica que se creó entre la invención del transistor y el rock & roll quiere ser emulada a partir del nuevo reloj –una máquina humana- desde el cual se pueden mandar hasta los latidos del corazón. Ni la precoz desaparición de Jobs, ni la durísima competencia de Samsung oxidan a la manzana de Cupertino. Y eso que está mordida.

El hotelero cool

Tras revolucionar el concepto ‘hotel’ con sus Room Mate en los centros urbanos–18 en todo el mundo–, el empresario (y ex jinete) Kike Sarasola luce swing de cintura en tiempos de consumo colaborativo con Be Mate, su nueva apuesta. ¿Que las reservas hoteleras en los centros de las grandes ciudades se resienten del alquiler de ‘apartamentos turísticos’? Únete al enemigo, además de ofrecer: “una casa lejos de casa” a tus clientes. Pisos “únicos y de diseño” en Barcelona, Madrid, Ámsterdam, Florencia, Nueva York… forman parte de la nueva estrategia de este emprendedor sin miedo y con pedigrí. Mientras el sector clama por la ruptura del ‘frente’ contra el enemigo común, Sarasola apuesta por “dar un paso adelante y tomar la iniciativa a fin de transformarse”.

La plaza de hierro

Inaugurar una Margaret Thatcher Square en pleno barrio de Salamanca de Madrid, eso sí que es insólito… Hasta los británicos se han sorprendido. Es el primer homenaje a “la Dama de hierro” fuera del Reino Unido. The Guardian titulaba: “curiosa referencia en unos tiempos difíciles”. El caso es que, el pasado lunes, la saliente Ana Botella, acompañada por el Embajador británico en nuestro país, Simon Manley, y Mark Thatcher, hijo de la ex Primera Ministra, bendijeron ese ricón ‘neocon’ en pleno downtown capitalino. Esperanza Aguirre, fan declarada, no podía faltar. Podrán inaugurarse tiendas de lujo, hoteles de diseño, casinos con restaurante Michelin, pero Madrid no cambia.

(La Vanguardia)

Publicado en Artículos

Un comentario

  1. Como tantas veces, un placer leerte, Joana Bonet Camprubí.

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