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La tormenta Sagan

Sus padres, burgueses biempensantes, le pidieron que se cambiara el apellido. E inspirada por la Princesse de Sagan proustiana, tomó su nom de plume: Françoise Quoirez pasó a llamarse Françoise Sagan. Ni el alcohol y las drogas; ni los coches deportivos, que conducía descalza; ni los accidentes; ni la ruleta, con sus vuelcos al corazón; ni decenas de novelas, cartas abiertas o películas, provocadores artículos; playboys, densos humos en la noche parisienne con Ava y Truman o su fox terrier muerto por sobredosis al oler uno de sus pañuelos lograron desvanecer del todo su imagen de «niña bien» con esa media melena rubia e ingobernable y una sonrisa definida por la mayoría de sus entrevistadores como «desconcertante». Pero, con todo y con eso, con los escándalos que acompañaron su fulgurante vida sexagenaria (de una sexualidad omnívora a los millones en cuentas de banco suizo, pasando por sus amistades peligrosas), no fue esa reducción a Mademoiselle Chanel de la littérature su obsesión vital. No. «El olvido. Un olvido definitivo, furioso olvido, un olvido de plomo», ese fue su mayor miedo. Ahora,a punto de cumplirse diez años de su desaparición, la editorial Ático de los libros recupera una de sus novelas más ambiciosas: Una tormenta inmóvil. Recién estrenada la veintena, y aún en el living de la casa de sus padres en el Boulevard Malesherbes —curioso nombre para tan noble zona de París—, reconocía a los reporteros de The Paris Review, alucinados por sus tacones, que tan sólo tenía dos influencias literarias: Stendhal y Proust;  «Una tormenta inmóvil» no es sino un romántico y melancólico homenaje a quien «iluminado por el más bello incendio del mundo», dio vida a Julien Sorel, Fabrizio del Dongo, Lucien Leuwen o Henry Brulard. Tóxica, melancólica, desafiante, animal: «El perfume, la calidez y la piel de una mujer dejan en la memoria un lecho mucho más tierno que el más ardiente de los deseos, si queda insatisfecho».

Publicado en Mi Smythson

4 comentarios

  1. Ifigenia Ifigenia

    Sagan: Una escritora supravalorada. Mucho ruido y pocas nueces; en fin, mucho esnobismo y palabrería a la francesa. Está a años luces de Stendhal.

  2. Anita Noire Anita Noire

    Representa un sector concreto de una sociedad burguesa que por decadente le va todo a un tipo de literatura muy concreto. Sin embargo, a mí, me gusta.

  3. un tanto rimbonbante , en la manera en que destaca la dilapidacion del talento en pro del vacio plastico.

  4. Me alineo con Ifigenia: Si Stendhal fuera puro whisky escocés, la Sagan sería nada con sifón…..

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