Hay un patrón de conducta universal que sigue bien representado por dos figuras antagónicas pero complementarias: el poli bueno y el poli malo. El primero atemoriza y destruye, el segundo alienta y consiente. El uno avisa: «te voy a bajar el sueldo». El otro dice: «puedes salir a fumar cuando quieras». Ambos representan la figura de la autoridad bipolar que aprendemos desde que empezamos a jugar a papás y a mamás. Reñir y premiar. Atacar y consolar. Sin duda un esquema manipulador que, con su juego de contrarios, ha resultado burdamente efectivo. Lo peor de todo es que ambos están conchabados y actúan para dominar al pobre diablo, al John Doe —Juan Nadie—, al Joseph K. de Kafka, al Jean Valjean de Los miserables, al Humberto D. del neorrealista De Sica o a la adolescente Precious de la película de Lee Daniels. Una absurda e injusta adversidad se ceba sobre ese ciudadano universal, el desamparado mortal que no logra entender absolutamente nada. Decía Ortega que el mundo se divide entre gente que manda y gente que obedece. Pero que la obediencia no puede ser permanente si el obediente no otorga al jefe el verdadero sentido de la autoridad. Para ello es necesaria la ejemplaridad. Y cuando en un pueblo faltan hombres ejemplares, añadía el filósofo, la decadencia es inevitable.
Hoy, la actualidad está secuestrada por la crisis y la corrupción. Y resulta perverso que ambos temas compartan página como asuntos paralelos y acaso interrelacionados. Porque en la España que dejamos atrás, la que fue octava potencia mundial, han abundado los polis malos disfrazados de buenos. Tipos que a pesar de tenerlo todo en la vida, hijos sanos y rubios, un amplio living y un teléfono solicitado, han cometido tropelías a las cuales sólo puede conducir una pérdida de sentido de la realidad.
Mientras se anuncian recortes y despidos a diario, afloran nuevos casos de gente enriquecida por su cargo o su matrimonio. ¿Cuándo se cruza la línea y se aceptan cohechos, se desvían fondos, se cobran comisiones en cash o se reciben relojes y trajes de cuarta? ¿Cuándo la usura y la mezquindad se dan la mano con el complejo de Dios? ¿Y dónde está aquella voz de la conciencia que tanto nos atemorizaba de pequeños? La de quien roba un libro, se cuela en el metro o se va sin pagar de un bar sin poder luego mirar a la cara a sus hijos.
Chirac, el político más estimado en Francia, es condenado por malversación dejando una legión de desamparados. Y aquí en España el juicio de Gürtel, las investigaciones sobre Pepe Blanco o Urdangarín, los chanchullos del Palma Arena o la CAM muestran una realidad esquizofrénica: mientras se hundía el barco, cuatro mandamases aprovechaban para arrasar las arcas; pero es que aquí, hasta hace cuatro días, se aplaudía al listo que burlaba la ley.
Joana, te comentaba por otro soporte que ahora vendrán las adecuadas disculpas, lamentos y hasta quizás alguna purga, alguna punitiva. Pero quien puede decir que no sabíamos en que sociedad vivimos? si la construimos entre todos, no debe haber vergüenza en admitir que todo se hizo con nuestra aquiescencia, con nuestro beneplácito, que no es lo mismo que decir con nuestra participación. El hombre decidió en los ochenta este tipo de sociedad, quizás montados en la ilusión de que todos les podría llegar la oportunidad de michael jackson, pero para eso hay que saber bailar, o de undargarín, auqnue para ello se requieran otras dotes.
Eso respecto del mundo que hoy se cae, yo vivi en ojo del huracán, y vi a la humanidad decidiendo que mejor era esta sociedad que otra. Se decía en Berlin después de erich honecker, “hemos aprendido que todo lo que nos decían del socialismo era una mentira, y lo que nos advertían del capitalismo sin embargo era todo cierto”. En nuestro pequeño trozo de patio y de alfombra, donde se ubica la basura escondida, teníamos a una clase empresarial acerca de la cual todos sabemos como cierran negocios, desde los pueblos donde es evidente y de dominio público, hasta las grandes urbes, basta recordar a villalonga y sus pelotazos, a agag y su formula 1, a cientos de escándalos que no llevaban ni la más minima cuota de juicio y arrepentimiento a los culpables por parte de los damnificados, ya que la inmensa mayoría practicaba la complicidad con este modelo de enriquecimiento, de fastuosa demostración del más genuino pésimo gusto de que se tenga noticia.
Pretender decir que nos enteramos ahora que hay negocios sucios en la corona es algo que no admito a trámite. Las coronas , todas se forman por negocios sucios. Los borbones hicieron la base de su riqueza a través del comercio de esclavos. Y en esa disputa se perdió incluso Gibraltar, que fue cedida para Inglaterra permitiese regresar a lso borbones a tan lucrativo negocio. me pregunto: ¿ Qué nos conduce al arribo tan repentino d euna moral asceta? . No lo sé pero en todo caso no me parece decorosa esa ausencia de autocritica, no culposa, sino admitiendo que disfrutamos de la corrupción, la permitimos y alentamos miestras al parecer el sistema nos podía brindar cualquier bien po encima de nuestras posibilidades, que nos permitiese creernos dentro del club de Emilio botín, de koplowitz o del mismisimo don juan carlos a través de alguno de sus vástagos.
Joana, hace poco dejé saber mi pensamiento acerca de la inconveniencia de este ataque a la corona, no porque yo, precisamente tenga simpatía a las diferencias sociales, ni las acpto siquiera, sino porque hay unintento de poder absoluto justo ahora?. undargarín no es el rey, del mismo modo que Letizia no es undargarín, se quiere manchar todo, podemos decir que estoy en contra de la monarquía, pero no que todos son iguales, incluso ni marichalar puede ser acusado de esto. Te dejo la nota, y auqnue cada vez de más asco lo que sale, por dios Joana, que emnos se puede esperar de un medio , en el cual la poseción, el linaje, el poder y el dinero tienen un valosr tan exageradamente determinante en todo?
http://america.infobae.com/notas/38783-El-rey-Juan-Carlos-no-se-merece-esto
Perdón por la aparente reiteración, que no es tal, es que este artículo viene muy a colación con el tema, con lso diversos temas de ciulpabilidades compartidas, más bien enfocado en el sentido de la consecusión de un mundo mejor, no de repartir responsabilidades, de crecer no de acusar al hermano que, en ausencia de la madre , birló el trozo mayor de tarta de la nevera.
http://www.filosofiadigital.com/?p=1083