En algunos países como en el mísero estado fallido de Haití, la escolarización es un asunto para minorías exclusivas (el 75% de los alumnos van a escuelas privas y según UNICEF, un año después del terremoto el índice de escolarización ha caído y está en el 54%) Mucho se habla ahora de las carencias de este país golpeado por el destino, del estado de abandono y aislamiento al que ha sido sometido. Pero no sólo es un país golpeado por el infortunio y la pobreza; ah, la mano del hombre. El analfabetismo, otra arma de destrucción masiva. El oscurantismo, los muñecos del vudú (más de la mitad de la población practica rituales de magia negra). De puerto franco de venta de esclavos al primer estado democrático de América Latina, la historia de Haití está plagada de abusos y puñaladas, pero también de desidia. Sus gobernantes han logrado borrar a su país del mundo. Y al mundo, demasiado ocupado en otros frentes, no le parecía mal. Esa amarga pero a la vez ligera sensación de «una carga menos». Haití no forma parte de ninguna organización internacional y tan sólo figura en planes de cooperación al desarrollo, como ocurre en algunos lugares de África, desorientados y abocados a la nada. Ahora, después del desastre viene la lucha por la supervivencia, siendo sus iguales sus mayores enemigos. Violaciones en cadena en los campamentos, en la calle, en las escuelas. El dolor y la tragedia son más civilizados cuando se producen en un lugar próspero. No hay un final feliz a la vista por lo que la comunidad internacional una vez más ha fracasado al intentar evitar lo previsible.
Ay, Haití
Publicado en Mi Smythson
Antes de que Henri Crostophe se hiciese Monarca de Haití y Mackandal una autordad del vudú, participaron de la rebelión de 1990-91. La revolución Haitiana. Fueron revolucionarios. Ello representa el pasado futuro de Haití, la prueba insoslayable de la existencia y la testarudez de la Involución, la misma que destruyó a los Cátaros en Occitania y concedió al mundo el dudoso privilegio del Medioevo.
Cristophe le escribió a Robespierre y a Danton algo así como ” Hermanos, ustedes de aquel lado del océano y nosotros de este uniremos nuestras fuerzas para echar al terrateniente esclavista” a lo que un escriba le respondió algo parecido a: Perdone señor Cristophe, no podemos prescindir de vustras riquezas, menos en esta nueva situación revolucionaria, además con todo respeto, ustedes pertenecen al sub – sector “negros”.
Y pensar que era muy evolucionado correcto pensar así, ya que lo que estaba en discusión era si eran realmente humanos o una especie animal semejante al hombre.
Creo que mientras el haitiano, el sierra leonés, el Hutu o el Tutsi, no se revienten a machetazos, ni les caiga toda la ciudad encima, podemos seguir adelante con nuestras delicias de sobremesa en Navidades y aledañas, que vaguen por esas calles descalzos, y padezcan todo tipo de enfermedades, es casi una condición inherente al sitio que ocupan, aun no demasiado resuelto, dentro de el reino animal.
Perdón, un lapsus, la rebelión es de 1790-91, sólo un año después de la revolución francesa.
Este sin dudas es un sitio racista… o es que no he entendido nada del anterior comentario.
Julio, perdón por lo sarcástico, todo lo contrario, me expliqué mal con la ironía, quiero decir que lo más evolucionado en derechos hasta entonces en el mundo, le dijo a Haití cuando hizo su Revolución, que no podía prescindir de su trabajo como esclavos, y que nos les reconocía la libertad, esto es un hecho, y lo que vengo a decir, es que mientras no existe una catástrofe, momento en el cual sí nos dignamos a dejar nuestro bocadillo cargado de lomo, y sentir pena por la humanidad, es dificil que pensemos que de ninguna manera debemos admitir que sigan viviendo como lo hacen, sabiendo consciente o inconscientemente ue sí, por supuesto , tiene que ver con nuestro desarrollo y con la colonización. Pero de todos modos acepta mis excusas y tomo nota de como no usar ningún tipo de humor en un tema tan delicado, disculpas también pido a cualquiera que le haya podido molestar y en primer lugar a la propietaria de este blog. Y en todo caso el responsable de mi comentario soy yo, no Joana please, que trae a colación un tema tan contemporáneo y primigenio como necesario y oportuno.
Perdón.
Julio, solo un apunte más. Lo que vengo a preguntarme al final con esa aparente grosería, del lugar ocupado en el reino animal, es ¿ No estaremos dándoles la misma respuesta que les dieron a los hermanos haitianos los revolucionarios franceses del s. XVIII ?, me refiero al subconsciente, me pregunto si desde nuestra concepción de la normalidad, y todo esto es un mea culpa, ojo, no hablo de ti, sino de mi, veríamos a través del mismo prisma, con idéntica congoja, el hecho de que millones de españoles, de belgas, de suizos o de norteamericanos hubiesen perdido la vida por sida , hambre, machetazos, y casas caídas en sus cabezas. recuerdo mayor sensibilidad en general cuando las torres gemelas, cuando el Katrina, y mayor difusión de los medios, un tiempo sensiblemente superior de duelo público, otro cariz en la exigencia de responsabilidades y en las aplicaciones de punitivas. A esto venía el no demasiado afortunado comentario.